La glándula de Ícaro (Anna Starobinets)
Comentario complemento de la sesión del Club de lectura del
29 de mayo de 2025.
Por Gloria Martín
Anna Starobinets
Nació el 25 de octubre de 1978 en Moscú. Es periodista, guionista de cine, escritora de historias de no ficción (Tienes que mirar) , de ciencia ficción ( Una edad difícil, La glándula de Ícaro) y de literatura infantil (En los dominios del lobo..) entre otros, madre de dos hijos, viuda y exiliada.
Sobre su obra:
Una edad difícil
Con 24 años publicó su primer libro de relatos, con el que ganó el prestigioso premio “Natsionalni Bestseller”
Aunque son relatos independientes, se lee casi como una novela. Y es que aunque cada historia es diferente pero hay un extraño aura que las une a todas. Los protagonistas son siempre similares: personas de clase media, de vida mediocre, semi infelices, con oscuras obsesiones y deseos aún mas oscuros.
Tienes que mirar
En 2012, la escritora descubrió, en una visita rutinaria al médico, que el hijo que esperaba tenía un defecto congénito incompatible con la vida. Un diagnóstico que transformó la alegría más pura en dolor. La escritora narra con una dureza extrema, pero con una humanidad desgarradora, aquel peregrinaje por las instituciones sanitarias de su país, indiferentes a su drama, su posterior viaje a Alemania y el duelo por el hijo perdido.
Finalista del “Premio Nacional de Best-seller” en 2018, Tienes que mirar desencadenó a su publicación una tormenta en Rusia, y la condena de parte del establishment sanitario ruso. Esta obra se atreve a abordar el tabú del poder que tienen las mujeres sobre sus propios cuerpos, las secuelas del aborto espontáneo en el matrimonio y la vida familiar. También trata con crudeza la insensibilidad e ignorancia mostradas por muchos en situaciones límite como la suya.
En la guarida del lobo (Un cuento infantil)
En Bosque Lejano, la vida discurre tranquila porque los ciudadanos animales tienen terminantemente prohibido matarse y comerse entre ellos. Un detective veterano, el jefe Tejón, vela por la comunidad y resuelve crímenes sin importancia, desde unas piñas robadas a unas plumas de la cola arrancadas. Gatejón, su inquieto ayudante, echa de menos un poco de emoción... ¡algún crimen bestial! Pero los deseos del impaciente joven se hacen realidad cuando el croar de las ranas hace correr la terrible noticia del asesinato de Conejo.
El principal sospechoso es Lobo, porque... bueno, porque es un lobo solitario sin coartada, pero Tejón no se precipita. Con la ayuda de Buitre, el investigador de la escena del crimen, la psicóloga Ratona, un valeroso testigo, el escarabajo Rabaj, y otras curiosas criaturas, los detectives del bosque se disponen a descubrir la verdad.
Sobre su vida fuera de Rusia:
Al comenzar la guerra con Ucrania decidió marcharse de Rusia “sine die” y hoy vive en Georgia, un país de cuatro millones de habitantes adonde han huido de los reclutamientos forzosos más de 20.000 hombres rusos.
De su exilio ha dicho que prefería este a sentirse una cobarde. En Moscú se han quedado sus padres, sus amigos, sus lectores. “Los echo mucho de menos, pero también lugares como la Biblioteca Turgenev de Moscú, que es como mi segunda casa. Todos los eventos más importantes de mis libros han sucedido en el café de esa biblioteca. Allí hay un sótano de origen medieval y hace tiempo decidieron decorarlo como si fuese el bar para animales que aparece en mis novelas infantiles, con cada uno de sus detalles. Así que los niños lo adoran y siempre está lleno de fans de mis historias de detectives. Ojalá algún día pueda volver”.
Sobre el libro propuesto para debatir en el club de lectura del Ateneo el 28 de mayo de 2025:
La glándula de Ícaro
Hay un género literario que ha producido algunas de las mejores historias que podemos leer: este género es el new weird (en él se cuestiona lo que se ha denominado realidad a partir de la creación de relatos que juegan con el horror, lo mágico y el inconsciente de la mente humana) y una de sus maestras es Anna Starobinets.
La glándula de Ícaro. El libro de las metamorfosis publicado por “Impedimenta” con traducción de Fernando Otero Macías, está compuesto por 7 historias que son:
1. La glándula de Ícaro, relato que da título al libro, nos plantea una sociedad en la que a los hombres se les extirpa una glándula que existe solo de un modo vestigial en el caso de las mujeres, y que genera una serie de impulsos que provocan, entre otras conductas, la infidelidad. Mientras que en La glándula de Ícaro, los varones tienen la posibilidad de deshacerse de un órgano ficticio que “se sitúa en la región del plexo solar y constituye un órgano atávico”. La glándula puede ser extirpada al nacer, en la adolescencia o en la edad adulta. Y sin ese pedazo del cuerpo, la vida les resulta más simple y menos convulsa a los hombres y quienes les rodean, pues se evitan la propensión al riesgo y la vida errante, los trastornos afectivos, la inconstancia, la afición a las armas, la dependencia de los narcóticos, la infidelidad matrimonial, la crisis de la madurez, etc.
Starobinets reconoce que la idea original de La glándula de Ícaro le surgió a raíz de un problema con su gato. “Tenía cinco años, por lo que ya no era un cachorro, pero de repente mi hija desarrolló una alergia y el veterinario nos recomendó que lo castrásemos. Le hicimos caso, pero entonces su carácter cambió drásticamente y durante un tiempo no parecía estar realmente vivo; era como una especie de gato zombie y me dio por pensar qué pasaría si esa extirpación fuese algo que le hiciésemos a los seres humanos. Porque, de hecho, es algo que, consciente o inconscientemente a veces le hacemos a la gente a la que más amamos, a nuestras parejas, a nuestros padres o a nuestros hijos. No físicamente, claro, pero al impedirle a alguien hacer lo que quiere, que es un modo de castración, nunca puedes estar segura de hasta qué punto estás cruzando una línea roja en la que actúas por el bien del otro o por tu propia comodidad”.
2. Siti, en este segundo relato del volumen, conocemos un país al que todos quieren ir pero en el que muy pocos consiguen entrar.
Una pareja ha logrado –gracias a una beca para escritores– realizar el soñado viaje a la ciudad mas icónica del planeta: Siti, esa de la que todos hablan, pero que pocos conocen. Una especie de “irás y no volverás” de los cuentos de hadas.
“La Gran Ciudad: tolerante con tus dioses, exigente con tu calzado”. “Para este relato la inspiración fue mi primer viaje a Nueva York –reconoce la escritora–, que fue una completa decepción. Estaba segura de que me iba a enamorar de la ciudad. ¿Cómo no me iba a gustar Nueva York si es el centro del mundo? Me planteé incluso que podría ser un lugar al que irme a vivir, pero cuando finalmente estuve allí me sentí como si estuviese fallando en todas las pruebas. He estudiado inglés desde que era una niña y cuando llegué a la ciudad pensaba que ya que conocía la lengua no tendría problemas de comunicación, pero lo cierto es que tuve más problemas de comunicación que en ningún otro lugar del mundo”.
“Recuerdo un evento que se había programado en una biblioteca con un auditorio para 200 personas. Lo que sucedió fue la peor pesadilla de un autor: no vino nadie. Bueno, solo había un hombre totalmente ido, pero era la típica persona demente de Nueva York que trataba de demostrar que él era el verdadero escritor y no yo. Así que me dio por pensar: y qué pasa si tiene razón como en esas películas en las que un periodista se infiltra en un psiquiátrico y finalmente acaba siendo un paciente más con el delirio de ser un periodista. ¿Qué pasa si el autor es él y no yo?”.
3. El lazarillo, un guionista es invitado por un productor creativo a una reunión de madrugada: el horario no es habitual, pero no tardará en descubrir que esa rareza será lo más normal que obtendrá de esas ¿personas? que nunca comen frutos del bosque y que en realidad tampoco aprecian su trabajo, salvo por unos pocos detalles, como la capacidad que le intuyen para ver más allá del decorado.
4. El parásito, en el ecuador del libro, nos presenta un gran descubrimiento médico: la humanidad ha albergado un organismo parasitario que ha neutralizado su capacidad para alcanzar su verdadera naturaleza final tras una metamorfosis que ahora por fin, podemos realizar. En este relato se especula con la posibilidad de que la raza humana no sea mas que el estado larvario de una entidad… superior.
5. La frontera es sin duda uno de los mejores relatos de la antología: en él se nos presenta una industria vacacional del viaje en el tiempo: hacia el futuro se viaja en avión, y hacia el pasado, en tren. Se dice sin embargo que en cada desplazamiento se corre el riesgo de toparse con la frontera y ser apeado forzosamente por unos inquietantes revisores en un no lugar infinito del que no se vuelve jamás.
6. Delicados pastos es el título bíblico del sexto relato: la digitalización de la conciencia ha permitido que venzamos a la muerte, o más bien que la evitemos saltando de un cuerpo a otro, pero como todo, esto también se paga. Los protagonistas habitan un mundo en el que la longevidad de un individuo viene determinada por el tamaño de su cuenta corriente y la inmortalidad se alcanza transfiriéndose al interior de un cuerpo más joven, así que los ricos pueden vivir indefinidamente, mientras que a los pobres solo les queda, si acaso, un último traslado al cuerpo de un pájaro con tan poco pedigrí como una paloma urbana.
7. Spoki es el último relato del libro, trata de una consola que causa furor en la sociedad y que ha sido diseñada para cuidar de nuestros hijos: el grado de intimidad que la consola establece con los más pequeños es tal que estos deben hacer una prueba para que se les asigne un modelo concreto de Spoki. Todo va bien hasta que empieza a ser extraño: la realidad comienza a desdibujarse, y nadie parece darse cuenta. Solo algunas personas, como un niño víctima de acoso al que el resto de niños intentan matar, el cual está fuera del control de la Spoki o unos vendedores de copias ilegales que formatean el disco de la Spoki, escapando así al control que supone esa consola y que se venden como algo ilegal Cuando una madre intente desconectar a su hija de su Spoki, se dará cuenta de que no puede confiar en sus sentidos, y que ha aceptado los hechos más extraños como normales.
Conclusiones:
La escritora rusa no plantea preguntas fáciles. La manera en que transforma lo que ve en lo que imagina y lo que imagina en lo que escribe es analítica y lógica mas que fantasiosa. Ella se pregunta el porqué y el cómo de lo que salta a la vista hasta encontrar una extraña realidad : “Cuando era niña un cuento que marcó mi forma de ver el mundo era Kolobok, un mito eslavo muy parecido al hombre de jengibre. Era una especie de pastel redondo que cobra vida y se escapa de la casa de su su abuela. En su huida va teniendo encuentros con distintos animales hasta que encuentra un zorro y se lo come”. Lo inquietante era su fisiología porque al dar vueltas se preguntaba que pasaba con sus órganos en ese cuerpo de pan, como funcionarían entonces sus orificios, sus pulmones o su boca que seguramente se le llenaría de tierra…”Y en esa inquietud radica exactamente el origen de mi literatura porque cuando crecí no dejé de hacerme las mismas preguntas”.
Los monstruos de Anna Starobinets se nos parecen fisiológica o psicológicamente, también sus ciudades. Vivió su infancia en los últimos años de la Unión Soviética y recuerda su intenso deseo de ser una comunista ejemplar hasta que su padre le dijo que ellos no creían en el partido y le hizo prometer que no lo diría a nadie. Cuando en los 90 cayó el régimen le quedó la sensación de que recordar su infancia era viajar a otro mundo.
El ideal socialista ya era una utopía en sí mismo. “Pero acabó en distopía”, afirma la autora. “Y esa es una de las cuestiones más interesantes de las distopías, que la forma no se corresponde con el fondo, ya que son metafóricamente realistas porque siempre tratan acerca de amenazas reales”.