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CARRUSEL 2023-24

lunes, 29 de noviembre de 2021

El largo adiós

 Sesión virtual del Club de Lectura abierta el 29 de noviembre de 2021,

por confinamiento debido al COVID-19


Obra: El largo adiós
Autor: Raymond Chandler
Presenta: Aurelio Pardo


Vida

Raymond Thornton Chandler nació en Chicago un 23 de Julio de 1888. Siendo niño se trasladó con su madre a Inglaterra. Estudió en Upper Norwood y en el Dulwich College de Londres, una escuela privada donde se formó en literatura clásica (1900-1905). Viajó a Francia y Alemania (1905-1907) y se nacionalizó británico en 1907.

Trabajó en el Almirantazgo y como reportero para el London Daily Express y la Bristol Western Gazette (1908-1912). En ese periodo publicó 27 poemas y un relato: The Roe Leaf Romance.

Regresó a los EE.UU. (1912) viviendo una temporada en San Francisco donde estudió contabilidad y luego con su madre en Los Ángeles (1913).

En la primera guerra mundial luchó en los Gordon Highlander de Canadá en el frente francés. De regreso a California, trabajó como empleado de banca y como ejecutivo de una compañía petrolera.

Tras la muerte de su madre, se casó en 1924 con Pearl Cecily Bowen, mujer divorciada 18 años mayor que él.

Debido a problemas de alcohol y faldas perdió su buena posición laboral pasando a desempeñar ocupaciones eventuales en el armado de raquetas de tenis o en la cosecha de albaricoque, sintiendo en sus propias carnes el efecto de la gran depresión.

En la revista pulp Black Mask, donde aparecían relatos policíacos con un renovado y mejorado estilo y de la que era devoto lector, publicó su primer relato: "Los chantajistas no matan" , al que se añadieron un total de 20 en los siguientes 5 años.

Posteriormente dio el salto a la saga de novelas negras protagonizado por su alter ego Philip Marlowe con la publicación del "Sueño eterno" en 1939 y que le reportó gran reconocimiento por parte del público.

También trabajó como guionista en la industria cinematográfica e incluso probó con el género del ensayo.

Tras la muerte de su mujer, R. Chandler entró en un serio declive vital que le hizo atravesar dos intentos de suicidio y un internamiento en una clínica psiquiátrica. A veces se le veía subir a sus 27 gatos en su viejo oldsmobile descapotable para contemplar el crepúsculo en la bahía de San Francisco. Falleció de neumonía el 26 de marzo de 1960 en La Jolla (EE.UU.). Contaba con 71 años de edad.

Obra

Raymond Chandler continuó la estela abierta por Dashiell Hammett (quien también publicó en Black Mask) en el intento de dignificar la novela negra y hacerla trascender de un mero puzle a resolver.

Al igual que Hammett, aprovecha el esclarecimiento de un caso, ya sea una desaparición o un asesinato, para hacer una reflexión de la sociedad norteamericana, ahondando en sus miserias, frustraciones y miedos. Al respecto, R. Chandler expone lo siguiente en su ensayo "El simple arte de matar":

«El relato policial, por varias razones puede ser objeto de promoción en muy raras ocasiones. Por lo general se refiere a un asesinato, y por lo tanto carece del elemento promocionable. El asesinato, que es una frustración del individuo y por consiguiente una frustración de la raza, puede poseer —y en rigor posee— una buena proporción de inferencias sociológicas. Pero existe desde hace demasiado tiempo como para constituir una noticia. Si la novela de misterio es realista (cosa que muy pocas veces es), está escrita con cierto espíritu de desapego; de lo contrario nadie, salvo un psicópata, querría escribirla o leerla. La novela de crímenes tiene también una forma deprimente de dedicarse a sus cosas, solucionar sus problemas y contestar sus preguntas. Nada queda por analizar, aparte de si está lo bastante bien escrita como para ser buena literatura de ficción, y de todos modos la gente que contribuye a las ventas de medio millón de dólares nada sabe de esas cosas. La búsqueda de la calidad en la literatura es ya bastante difícil para aquellos que hacen de esa tarea una profesión, sin tener que prestar demasiada atención a las ventas anticipadas.»

Con un tono menos impresionista y más cáustico que Hammett, R. Chandler nos acerca a las contradicciones de la naturaleza humana. Sin necesidad de una exuberancia descriptiva, consigue con estilo sobrio y un manejo económico de las situaciones, una fuerza narrativa que fluye desde la primera página. A través de sus metáforas, muchas veces bombas fétidas destinadas a disuadir de una observación insípida, y de sus diálogos, en ocasiones fuegos de artificio con réplicas y contrarréplicas que elevan la temperatura del sarcasmo, R. Chandler nos muestra una galería de situaciones por el que deambulan unos personajes (algunos de ellos arquetípicos) al que nos obliga acercarnos narrando en primera persona.

El caso de Raymond Chandler es paradigmático en cuanto a su dedicación tardía a la literatura. De carácter obsesivo e inseguro, habitualmente solía trocear lo que tenía escrito y volvía a ensamblarlo bajo un nuevo enfoque. El vértigo, sobre todo al principio, de la inseguridad económica convirtió su labor creativa en un proceso agónico.

De su época como guionista, comentó con cierta sorna, que fue un escritor lo suficientemente bueno para que Hollywood lo llamara, pero no tanto para rechazar la oferta. Y es que en aquella etapa salieron a flote sus demonios personales de abuso de alcohol y citas clandestinas con secretarias. Tampoco llevó muy bien la lucha de egos que mantuvo con los directores con los que trabajó. A Hitchcock lo consideró demasiado controlador y a Wilder lo tachó de déspota. En cuanto a la difícil tarea de adaptar una novela, desentrañó el arte del guión con estas palabras:

«El truco de escribir para el cine está en decir mucho con poco, y después suprimir la mitad de ese poco y aún así seguir conservando un efecto de soltura y movimiento natural.»

Su producción literaria resumida es la siguiente:

Historias cortas
Cinco asesinos (1944)
Trouble is my business (1950)
Pickup on noon street (1953)
Asesino bajo la lluvia (1964)
The smell of fear (1965)

Ensayos
El simple arte de matar  
El simple arte de escribir 
A mis mejores amigos no los he visto nunca

Guiones
Perdición (novela de James M. Cain dirigida por Billy Wilder, 1944)
La dalia azul (dirigida por G. Marshall 1946)
Extraños en un tren (novela de Patricia Highsmith dirigida por Alfred Hitchcock, 1951)

Novelas
El sueño eterno (1939)
Adiós, muñeca (1940)
La ventana siniestra (1942)
La dama del lago (1943)
La hermana pequeña (1949)
El largo adiós (1953)
Playback (1958)

Philip Marlowe

El detective creado por Raymond Chandler es un personaje complejo que une contrarios. Duro pero sentimental. Solitario pero amistoso. Escéptico pero actuando como si creyera. A través de Marlowe, R. Chandler nos muestra su particular visión del mundo.

El humo de la pipa o la lente deformada de un vaso de alcohol no impide a ambos detectar que las apariencias representadas probablemente no son mejores que la realidad subyacente y no sorprende si la verdad escondida es la más grosera de todas las posibles.

Marlowe asume el mundo que le rodea sin juzgarlo. Y lo hace con una vuelta de tuerca. Ejerciendo la honestidad en un mundo de hipocresía y mezquindad. No deja (no se lo puede permitir) que la desesperanza y la resignación que encuentra a su alrededor le afecte. Manda a la papelera la última batalla perdida y vuelve a comenzar de nuevo. Es como un verso libre en una página de renglones torcidos.

Su modus operandi, que podría parecer poco pragmática (la honestidad) es para Marlowe un instrumento de legitimación. Le ayuda a no claudicar. La ética de Philip Marlowe no es utilitarista (en base a beneficios específicos de actos particulares), sino más bien kantiana, formal, poco flexible que le sirve de ancla en una marea de tentaciones y dudas.

Sabe que podría llevar una vida más acomodada. Y a veces fantasea con las oportunidades que el destino le presenta (observando un billete de cinco mil dólares que guarda en su caja fuerte, o escuchando una oferta de matrimonio de una mujer rica que le gusta). Pero siempre se acaba imponiendo su carácter estoico. Podría tener una existencia mejor, si no fuera por el detalle de obviar su propia naturaleza. Para Philip Marlowe, lo que es, es todo lo que tiene.

El largo adiós

En esta novela, considerada su obra más madura, Raymond Chandler muestra Los Ángeles como una ciudad palpitante, en continua tensión, a punto de estallar.

Pone su atención especialmente en miembros de una clase alta incapaces de ser felices. Philip Marlowe los observa, trata con ellos y comprueba poco a poco su incoherencia (lo que dicen, lo que en el fondo piensan, y lo que finalmente hacen). Asiste sin perplejidad a un juego hipócrita de apariencias y representaciones que traslucen los síntomas de una sociedad enferma. Y constata una vez más, el poder omnipresente que el dinero otorga a unos pocos. De cómo sus influencias acaban comprando voluntades en cualquier institución.

Philip Marlowe vuelve a ser aporreado por individuos con mucha testosterona y poco cerebro (con o sin uniforme), engañado por rostros angelicales y amenazado por tipos con diferente poder.

No juzga, pero no exime de responsabilidad los actos ajenos, aunque estén condicionados por estructuras que los preceden. Así, por ejemplo, en una conversación con un policía amigo, éste le expresa su rabia por las multinacionales del juego y el alcohol que está echando a perder la decencia del norteamericano medio. Marlowe responde ante esta perspectiva idealizada, que no se puede dejar de fabricar automóviles, por el hecho de que existan accidentes de tráfico.

La novela discurre a veces por situaciones algo surrealistas protagonizadas por personajes peculiares, como el infructuoso esfuerzo de un gánster por hacerse respetar, la presencia de un criado que igual te sirve una copa como te lanza un cuchillo, o la hilaridad provocada por el ridículo comportamiento de un presuntuoso médico de Boston.

Cosas como éstas, se va encontrando Philip Marlowe cuando se ve envuelto en dos tramas en apariencia sin conexión, cuyos enigmas parecen muy difíciles de resolver.

Pero sobre todo, esta novela trata el tema de la amistad. La de Philip Marlowe y Terry Lennox. Dos tipos diferentes unidos por la casualidad. No se conocen mucho (no lo pretenden), pero aprecian la compañía del otro y suelen quedar para tomar un gimlet en su bar fetiche.

Y Raymond Chandler nos recuerda que la amistad es una realidad milagrosa que necesita de una alineación única de lugares y momentos para que nazca. Por lo demás, al igual que cualquier otra, puede verse amenazada por dudas, por la percepción de una reciprocidad desigual o por el difícil ejercicio de la empatía.

Pero en este caso, contra todo pronóstico, es una amistad que no sólo pone a prueba la lealtad, sino que es capaz de crear nostalgia. Es lo que tiene un pacto entre caballeros.

sábado, 30 de octubre de 2021

Aquí no, ahora no

 Sesión virtual del Club de Lectura abierta el 30 de octubre de 2021,

por confinamiento debido al COVID-19


Obra: Aquí no, ahora no
Autor: Erri de Luca
Presenta: Lola Acosta









BIOGRAFÍA
Su nombre es la italianización del nombre de su tío Harry. Estudió en el Liceo clásico Umberto I. En 1968, a la edad de dieciocho años, se fue a Roma y se unió a Lotta Continua.

En 1976 dejó el compromiso político.

Ho fatto il mestiere più antico del mondo. Non la prostituta, ma l'equivalente maschile, l'operaio, che vende il suo corpo da forza lavoro

Ejerció para vivir muchas artes y oficios, en Italia y en el extranjero, fue trabajador cualificado, conductor de camión, trabajador de almacén, trabajador en una fábrica, albañil en Nápoles, después del terremoto, albañil en Francia, voluntario en África, en Tanzania, donde contrajo la malaria, trabajador de pista en el aeropuerto de Catania y albañil en Milán y Roma, hasta 1997. Durante la guerra en la ex Yugoslavia hizo de conductor de convoyes de ayuda humanitaria. En 1999 fue a Belgrado durante el período de los bombardeos de la OTAN.

Estudió como autodidacta diferentes idiomas, incluyendo el ruso, swahili, yiddish y hebreo antiguo, idioma del que ha traducido algunos textos de la Biblia. El propósito de lo que él llama "el servicio de traducción" no era dotar al texto bíblico en un lenguaje fácil o elegante, sino reproducir el texto en la lengua más similar y más obediente al original hebreo.

La publicación, como escritor, de su primera novela, Aquí no, ahora no, es una recreación de su infancia en Nápoles.

Traducido al francés, español, inglés y otros 30 idiomas, entre 1994 y 2014, recibió numerosos premios de: France Cultura, el Premio Laure Bataillon, el Prix Femina étranger, el Premio Petrarca en Alemania, Le Prix Europeen de la Literature en Estrasburgo, el Premio Leteo en España, el Premio Jean Monnet en Francia. Ha colaborado con artículos de opinión en varios periódicos (La Repubblica, Corriere della Sera, Il manifesto, Avvenire).

En 2003 formó parte del jurado de la 56.ª edición del Festival de cine de Cannes, presidido por el director francés Patrice Chéreau, en el que se adjudicó la Palma de oro a la mejor película a Elephant de Gus Van Sant.
El crítico literario del Corriere della Sera, Giorgio De Rienzo, en un artículo en 2009 lo llamó "escritor italiano de la década".

También escribe de montaña, de la que a menudo se define como un gran amante. Fue su padre, un alto militar del cuerpo de los Alpinos, quien le transmitió esta pasión. Es conocido en el mundo del alpinismo y de la escalada deportiva. En el 2002 fue el primer mayor de 50 años en superar un 8b, en la Cueva de la Arenauta de Gaeta (8b+).

En 2005, participó en una expedición en el Himalaya con una amiga, Nives Meroi, una experiencia narrada en el libro En el rastro de Nives. Es amigo y contemporáneo de Mauro Corona, con el que comparte la pasión por el deporte y la literatura. En 2014, fue miembro del jurado del Piolet d'or, un premio francés de montañismo.

En 2009, durante la presentación de un libro de la exbrigadista roja Barbara Balzerani, las palabras con las que define el período de los años de plomo como una "pequeña guerra civil" dieron bastante que hablar.

Se dedica a la temática social y también ha trabajado en temas de migración.

Con la periodista Chiara Sasso, Wu Ming, Ascanio Celestini, Claudio Calia, Simone Tufano y Zerocalcare, participó en la escritura del libro Enemigo público. Sobre el túnel en los medios de comunicación: una historia del No TAV, en el cual él escribió la introducción, el texto en apoyo de los derechos de los habitantes del territorio de la Val di Susa y sus instancias, que también es apoyado por el movimiento No TAV. Por algunas frases, en una entrevista en septiembre de 2013 en contra de las obras del TAV se le envió a juicio por incitación a cometer un delito.


En su folleto, una  La palabra contraria, explicó sus razones y el derecho a la libertad de expresión.

En apoyo de De Luca, fue firmado también un llamamiento de 65 personalidades del cine europeo, incluyendo a Wim Wenders, Claudio Amendola, Mathieu Amalric, Constantin Costa-Gavras y Jacques Audiard en su favor, en que también participan el presidente francés, Francois Hollande, quien defendió al escritor, recogiendo una petición firmada por Salman Rushdie y muchos otros como Fiorella Mannoia, Luca Mercalli y Alex Zanotelli. El 19 de octubre de 2015 es absuelto.

En febrero de 2017 fue el invitado al salón literario de la Universidad Luigi Bocconi de Milán, en el curso de un congreso dedicado a él que cubrió las etapas esenciales de su experiencia biográfica y bibliográfica.

Con su sobrina Aurora ha llevado al teatro una obra titulada Viaje con Aurora.

Ahora vive en la campiña romana.

En 2011, creó la Fundación Erri De Luca con fines sociales y culturales a través de las herramientas de comunicación de las diferentes disciplinas artísticas. Sus archivos culturales han sido puestos a disposición de la Fundación para la consulta, y también los del periódico Lotta Continua, que pueden consultarse a través de la web.

Erri de Luca ha sido traductor del Antiguo Testamento. Ha vertido sus experiencias en sus libros. Dice que las causas justas lo espolean como a Rocinante. Posee muchas figuritas de Don Quijote y su caballo Rocinante en su casa. Se ha construido a sí mismo como ha construido su casa en piedra de amplios ventanales abiertos a la claridad del sur y muros al norte con algunos paveses por los que se suele colar la luz. 

Cuando era albañil, si después de mi jornada de trabajo podía dedicar media hora a escribir, para mí se justificaba el día. Era tiempo salvado de la jornada, no un trabajo adjunto, sino todo lo contrario. 

De niño devoró la biblioteca de su padre, un agente comercial napolitano, hijo de norteamericana, que acumulaba literatura italiana, francesa, estadounidense y sobre todo libros de historia contemporánea en los que intentar entender su tiempo. 

De Luca tiene un profundo sentido generacional. Las guerras, revoluciones y generaciones son temas constantes en su conversación y en su obra, y si se enganchó a los libros de historia fue precisamente porque para él no se trataba de eso, sino de una educación sentimental, una transmisión de aquello que su progenitor había vivido sin comprender (Suele comentar a los periodistas que acuden a entrevistarlo en su casa).

“Mi padre se encontró inmerso en las grandes catástrofes de la primera mitad del siglo sin entender nada. Al fin y al cabo, los testigos de la historia no son espectadores invitados al espectáculo, sino gente que de repente se encuentra en medio de una gran confusión sobrellevando todo lo mejor posible. Y yo quería entenderlo”, asegura.

Y así fue cómo, leyendo historia y especialmente a George Orwell, que le marcó, cultivó los sentimientos de cólera, compasión y vergüenza que le conectaron con su militancia. 

De Luca se siente parte de la última generación revolucionaria de un siglo revolucionario que cambió la geografía del mundo, que vio el fin de imperios coloniales y la caída de grandes tiranías. Mientras la insurgencia se extendía por todos los continentes, Nosotros estábamos dentro del gran horno del mundo. Tiempos distintos de los actuales, porque esa izquierda en Italia era tan masiva desde el punto de vista poblacional y estaba tan enraizada en tantos ámbitos de la sociedad que logró grandes cosas.

“Fue el momento en que los obreros conseguimos el mayor poder, la mayor orientación de la vida social, cambiar las condiciones laborales de las fábricas… El cine se ocupaba de los obreros, la literatura también. Esas luchas han generado una energía y una conciencia tan fuertes que toda esa masa obrera llegada del sur en condiciones de opresión y miseria se unió y obtuvo resultados. Hicimos lo necesario, lo que había que hacer, y por ello fuimos la generación más encarcelada por motivos políticos de la historia de Italia.

Y de eso va, acaso, su obra y vida: del choque entre justicia y ley y preocupación social.

Por ello acudió a Bosnia a llevar ayuda humanitaria en cuanto empezó la guerra de Yugoslavia, la primera en el continente desde la mundial, y por ello este autor que tanto se ha referido al Quijote no se declara cervantino, sino rocinantino. 

“Yo soy de Rocinante, mi identificación es con Rocinante porque, como un caballo, también yo he sido cabalgado por distintas causas que me han saltado a la grupa y no he podido hacer otra cosa que galopar en esa dirección. Entiendo la fatiga de Rocinante al ser espoleado por unas razones de fuerza mayor a las que no puedes renunciar”. Y todo junto a un personaje, el Quijote, invencible no porque no le venzan, dice, sino porque nunca duda en volver a ponerse en pie para luchar. Quijote jamás será derrotado aunque le ganen y esa es la historia del siglo XX: las revoluciones han sido por necesidad, invencibles, por eso mismo.

Al fin y al cabo, él se crió en la posguerra de un Nápoles que renacía del fascismo entre cascotes y hambre, del desembarco norteamericano y de una fisura moral que tan bien reflejó en El día antes de la felicidad. Su padre había hecho la guerra con la infantería alpina y ese fervor montañero estaba servido. Para él, la montaña es un encuentro y tiene su explicación.

Cuando se adentra en la montaña, en esos confines perpetrados por la pulsión interna de la naturaleza, siente que al fin entra en un mundo sin propiedad privada, donde no hay que pedir permiso porque solo se obedece el trazo natural, donde solo queda la piedra, el reino mineral, y la civilización no ha llegado. “Es el lugar donde podemos ver cómo era el mundo antes de nosotros y cómo volverá a ser después de nosotros. Nuestra presencia es insignificante. Allí no estamos invitados, somos intrusos. Es la justa proporción entre la vida y el tiempo, entre la persona y el planeta.

Tenía 30 años cuando una Biblia llegó a sus manos y este extraño rocinante de causas perdidas, revolucionario temprano e insurgente vitalicio se hizo adicto al Antiguo Testamento. Aún era albañil y le gustó precisamente porque no era literatura. Vi que aquello no intentaba fascinar al lector, no buscaba que me identificara con un personaje, era otra historia. Así, al disponerse a salir rumbo a Tanzania, donde iba como voluntario a trabajar en materia de agua, se llevó una gramática de hebreo antiguo, la lengua que fijó por primera vez la historia del monoteísmo. No se sabe en qué lengua hablaba Dios, pero sí en qué lengua se verbalizó su historia, y me nació la curiosidad del explorador, de conocer la lengua en la que el monoteísmo logró imponerse en el Mediterráneo y cancelar a todos los dioses precedentes.

En África fue aprendiendo hebreo antiguo además de suajili, la única lengua que ha aprendido a hablar. Las demás las estudié para leer: el arameo, el yidis, el francés, el inglés… y el español para leer a Borges. 
Es el único escritor del siglo XX que es obligatorio. Los demás son optativos. 

Y, sin embargo, en absoluto es creyente. Soy leyente. Y por mucho que aquella escritura no intentara atrapar y fascinar, a él le atrapó y le fascinó ese Dios bíblico que no quería ser representado como todos los dioses griegos y mediterráneos de las religiones entonces en vigor, que tenían imágenes hasta para el dios desconocido. El Dios cristiano quería ser pensado, amado, dicho, sentido a través de la imaginación y el vocabulario. Es una divinidad que habla, que dice, y esto fue una novedad en la historia. Las palabras permitían ponerse en contacto con él y entenderlo. Y no solo comunicarse, sino también crear. Creaba a través de la palabra.

No quiere definir su estilo porque no se reconoce en ninguno y en todo caso lo identifica con la condensación que permanece cuando el agua de las olas se ha retirado, los pozos se evaporan y entre las rocas queda la sal. La escritura es lo que ha decantado el mar, lo que queda de una vida vivida, es la densidad, es la sal. Si fuera una música, dice, sería un tambor. Las sílabas caen según su propio ritmo.

De Luca es un hombre sin hijos. Pero suele meter a niños en sus libros porque —asegura— aún tienen ante su vista todas las posibilidades abiertas, como una montaña con todas las rutas disponibles. A medida que avanza la vida, como en la escalada, se reducen hasta llegar a una sola. La suya, por fortuna, le sigue llevando lejos.

AQUÍ NO, AHORA NO

De Luca pone el ejemplo de un niño que sabe perfectamente cuándo un hecho es ofensivo y, sin tener conocimiento alguno de la ley, se queja y acierta: Esto es injusto.

Una antigua fotografía de la madre evoca los recuerdos de niñez del protagonista de Aquí no, ahora no (Non ora, non qui): un lugar y una época, el Nápoles de la posguerra, de luces y sombras. En esa reconstrucción de vívidas imágenes, uno cree percibir el sol y la sal sobre la piel, a la vez que siente cómo resuena el implacable paso de un tiempo que no va a regresar.

Narrado en primera persona y dirigido principalmente a su madre (al leerlo uno tiene la sensación de estar ante un escrito eminentemente autobiográfico), en él el autor evoca recuerdos y vivencias de su niñez y primera juventud en Nápoles, la vida familiar, las estrecheces económicas, el colegio… Se trata de su primer libro, y aunque, hay opiniones al respecto que piensan que no tiene la misma calidad que otras de sus obras, ya nos encontramos con su prosa concisa y poética, característica del autor. Una novela breve pero cuya economía narrativa no le quita intensidad al relato. 

Por ello no he podido dejar de recomendar a nuestro club como uno de los escritores italianos más reconocidos de siglo XX.

Nápoles es la ciudad en torno a la que gira la infancia del protagonista. Pero es mucho más, Nápoles fue un espacio y un tiempo desafortunados, donde nadie de la familia del protagonista vuelve de visita con agrado. Un túnel de posguerra al que se retorna, gracias a unas fotografías, con un lenguaje poético.

El protagonista de este relato, establece un diálogo con su propio pasado y, sobre todo, con su madre.

Su infancia en Nápoles pasa por ser así el callejón oscuro y vergonzoso que él y su acomodada familia se vieron obligados a habitar, provisionalmente, tras la época de los bombardeos y el empobrecimiento de la guerra.

Un miserable callejón del que nadie quiere hablar, ni recordar. Ahí, en ese lugar vergonzoso, se quedará para siempre detenido el protagonista.

Esta novela es en realidad un largo poema. Algunos párrafos incluso merecen la relectura para los lectores disfruten con la recreación del lugar en Aquí no, ahora no.

El narrador cuenta su relación con ella, el choque entre los caracteres, la evolución de éstos

Cuenta cómo los cambios propios de la edad tuvieron una correspondencia en la vida de la familia, un paralelismo en los traslados de casa. Describe los sentimientos que nacían de cada situación, el cuidado con que él fue acomodándolos en su cuerpo. En definitiva, regresa al muchacho que fue con el propósito de entenderlo hasta el final utilizando los recursos del hombre adulto.

Qué pocas páginas hacen falta. De Luca nos demuestra en qué medida cualquier experiencia autobiográfica puede reducirse a lo esencial. A un puñado de palabras. A unas cuantas frases brillantes. A una mirada diferente hacia cosas que nos han ocurrido a todos. Su recuerdo es selectivo para poder ser literario. Su Yo-narrador sabe que bastan unas pocas personas, unas pocas imágenes, unos pocos lugares. Sabe que, además de a su madre, debe recuperar a Filomena, la empleada doméstica y a Massimo, el amigo que se ahogó en el mar. Es consciente de que, en la categoría de los fenómenos, debe mencionar el frío, su modo de romper los juguetes o la extrañeza que su nombre de pila causaba en los demás. Intuye que, en el orden de los escenarios, necesita el Tirreno, las calles de Nápoles y la verja que atravesaba todos los días para ir al colegio. Comprende que el lector agradece esa síntesis y esa claridad en las referencias, de manera que él, más tarde, terminado el libro, pueda reemplazarlas por las suyas.

Ah, y el potencial simbólico de su tartamudeo. Sí, porque, incluso aunque fuese algo inventado, funcionaría en el nivel de las connotaciones. En el espacio de aprendizaje que nos abre la buena literatura. Tartamudear para detener el tiempo. Para ralentizarlo. Tartamudear en los diálogos incómodos. Tartamudear ante las preguntas difíciles. Tartamudear como una forma distinta de contestar. Como una estrategia para contar. Tartamudear sólo con ciertos individuos. Seguir haciéndolo después, aunque ya se haya superado el defecto. Fingir el defecto un rato más.

Pero volviendo a la madre. A la mujer de la fotografía. A esa imagen del principio. Me gusta el modo en que la interpela el protagonista. En que intenta acceder a su misterio de persona corriente. Me gusta su deseo de conocerla. De relacionarse con ella en otras condiciones. Con la ventaja que le da el paso de los años. Con las ganas de coincidir en algo con ella. De estar de acuerdo, aunque sólo sea un instante. De llegar a algún sitio a la vez.

La considero una obra delicadísima de enorme actualidad, en cuanto a cómo tratamos la diversidad, el tartamudeo es una de las formas de ser diferente.

Interesante la frase:

Cada cual tiene una verja en alguna memoria, cada cual se ha quedado fuera de un jardín.

Y después, ante la risa de los otros ante el tartamudeo:

No es que cada error se merece un castigo, no, no es eso, pues para mí el error que se comete contiene en sí mismo una penitencia.

A cada fallo le corresponde una soledad.

El final es impresionantemente revelador:

Sólo una vez coincidieron nuestros tiempos, fue cuando nací volcado por tu bolsa. Tú me viste, yo estaba ciego. Es la hora opuesta.

Cuando leí este libro, por primera vez, en italiano, me encontré con un valioso descubrimiento. También esta vez, por mi parte, me he vuelto a reencontrar en mi idioma con un lenguaje y unas imágenes preciosas, motivo por el cual me alegro de haber recomendado su lectura.

He realizado esta redacción tomando notas de diversas entrevistas que se le han hecho al escritor en su propia casa y han quedado redactadas, así como de las notas cogidas de prólogos a libros y los datos más relevantes que aparecen en La Wikipedia, a la cual remito en orden a poder contrastar una mejor profundización en la vida del autor.

En esta reseña, explico lo que es fundamentalísimo.

Es un escritor vivo, prolífico y sencillo.

En este enlace encontramos su bibliografía:


La obra de Erri de Luca es extensísima. Me conformo con este título para darlo a conocer.

Espero que os haya gustado el libro.






viernes, 1 de octubre de 2021

La conjura contra América

 Sesión virtual del Club de Lectura abierta el 1 de octubre de 2021,

por confinamiento debido al COVID-19


Obra: La conjura contra América
Autor: Philip Roth
Presenta: Manolo Mellado



Roth nació en Newark en el año 1933, en una familia judía estadounidense recién emigrada de la Galitzia ucrano-polaca. En la Universidad de Bucknell obtuvo el B.A. en Inglés. Comenzó el doctorado en Filosofía, que nunca terminó y un posgrado en la Universidad de Chicago, obteniendo una maestría en literatura inglesa para trabajar brevemente como instructor en el programa de escritura de la universidad. Roth enseñó escritura creativa en la Universidad de Iowa y en Princeton. ejerciendo como profesor de literatura comparada en la Universidad de Pennsylvania, hasta que se retiró definitivamente de la docencia en 1992.

Durante su estancia en Chicago conoció al novelista Saul Bellow y a Margaret Martinson, quien se convertiría en su primera esposa. Aunque se separaron en 1963, y ella falleció en un accidente automovilístico en 1968, su matrimonio disfuncional dejó una marca indeleble en su escritura. Más específicamente, Martinson es la inspiración para el personaje femenino en varias de sus novelas, incluyendo a Maureen Tarnopol en Mi vida como hombre, y, muy probablemente, Mary Jane Reed (o La Changa) en El mal de Portnoy.

Una vez finalizados sus estudios estuvo dos años en el ejército y escribió cuentos y críticas para varias revistas, incluyendo reseñas cinematográficas para The New Republic. Su primer libro, Goodbye, Columbus, que contiene cinco cuentos cortos y una novela breve, ganó el prestigioso National Book Award en 1960. Después publicó dos largas pero poco leídas novelas: Letting Go y Cuando ella era buena. Roth no encontró el éxito, tanto en ventas como en buenas críticas literarias, hasta la publicación de su tercera novela, Portnoy's Complaint, en 1969.

Durante la década de 1970, Roth experimentó con varios estilos, desde la sátira política en Nuestra pandilla hasta la fantasía kafkiana El pecho. Al final de la década, Roth se había creado un alter ego llamado Nathan Zuckerman, quien sería el protagonista de varias novelas aparecidas entre 1979 y 1986.

A los 60 años, una edad en la que muchos escritores están decayendo, Roth produjo una excepcional secuencia de novelas históricas —Pastoral americana, La mancha humana y Me casé con un comunista—, producto de un nuevo compromiso personal con su país.

Además, comenzando con Elegía, novela publicada en 2006 cuando tenía 73 años, mantuvo un incesante ritmo de un libro al año y publicó textos que si no eran necesariamente los más importantes, sí eran ferozmente inteligentes y agudamente observadores. De alguna manera sus temas eran los estragos de la edad y la mortalidad misma, y al publicarlos Roth parecía estar manteniendo a raya, desafiante, su propio declive.

Philip Roth es probablemente el autor más premiado de su generación. Dos de sus novelas han ganado el National Book Award; otras dos fueron finalistas; exactamente la misma situación se da con el galardón del Círculo de Críticos Nacional del Libro. También ha ganado dos premios del PEN Club y un Pulitzer por su novela Pastoral americana en 1997. En 2001 La mancha humana obtuvo el premio británico WH Smith Literary como libro del año. El crítico Harold Bloom opinó en 2003 que Roth era uno de los cuatro escritores norteamericanos vivos más importantes que todavía producían, junto con Thomas Pynchon, Don DeLillo y Cormac McCarthy. La conjura contra América (2004) ganó el Sidewise para historia alternativa, así como el premio de la Sociedad Estadounidense de Historiadores. También por esa novela, Roth volvió a recibir el WH Smith Literary Award. Ha sido honrado por su ciudad natal con placas colocadas en su honor en octubre de 2005 en la casa donde pasó buena parte de su infancia. En mayo de 2006 le fue otorgado el Nabokov del PEN Club.

Tan influyente y prolífica ha sido su carrera literaria en los Estados Unidos que existe una revista semestral llamada Philip Roth Studies (Estudios sobre Philip Roth) auspiciada por la Purdue University Press y la Philip Roth Society (que no está afiliada de modo alguno con Roth o sus editores).

Algunos sucesos en la vida de Roth han sido examinados por la prensa estadounidense. Por ejemplo, de acuerdo con su novela seudoconfesional Operación Shylock (1993), Roth sufrió un colapso nervioso a finales de los años 1980.

En 1990 se casó con la actriz inglesa Claire Bloom; se separaron en 1994 y en 1996 ella publicó unas memorias de ese matrimonio, poco halagadoras para Roth, tituladas Leaving a Doll's House (Abandonando una casa de muñecas).

En esta época empieza uno de sus períodos más fructíferos, que dura hasta el final de su obra.

A principios de 2006, el The New York Times Book Review pidió a un par de cientos de escritores, críticos, editores y otros estudiosos de la literatura —entre los que figuraban dos novelistas hispanoamericanos, Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa, además del dominicano-estadounidense Junot Díaz— , la identificación de “la mejor obra de ficción estadounidense publicada en los últimos 25 años'". De los 22 libros citados 6 novelas eran de Roth: Pastoral americana, La contravida, Operación Shylock, El teatro de Sabbath, La mancha humana y La conjura contra América.

En 2012 recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Letras. Cuatro meses después de anunciados los ganadores y antes de la ceremonia de entrega —a la que se excusó de asistir debido a una reciente operación en la columna vertebral—, Roth declaró que dejaba de escribir y que Némesis sería su último libro.
La noche del 22 de mayo de 2018, Philip Roth fallece en un hospital de Manhattan, Nueva York, a los 85 años a causa de una insuficiencia cardíaca.

OBRA ARTÍSTICA

Argumento de algunas de sus novelas

Deudas y dolores (1962). Explora los sentimientos agónicos de un joven profesor judío que se debate entre la emoción y la razón.
Cuando ella era buena (1967). Sobre una ama de casa protestante en una ciudad del Medio Oeste de Estados Unidos.
El lamento de Portnoy (1969). Dedicada principalmente a las actividades sexuales de su personaje central, Alexander Portnoy, y construida como un monólogo de este a su psiquiatra. Su narrador vive atormentado por los remordimientos de conciencia y su obsesión por el sexo, y es visto por Roth como el producto y la víctima de una madre judía demasiado posesiva. El personaje es considerado una de las creaciones más cómicas de la ficción moderna. La sexualidad franca de la novela y su tratamiento sarcástico de la vida judía causaron furor en círculos literarios, y lo confirmaron como un novelista original.
Mi vida como hombre (1974). Aborda el tema de un escritor con su trabajo. La primera parte, titulada "Ficciones útiles", está protagonizada por Nathan Zuckerman. En la segunda parte, el escritor escribe las memoria de la escritura de los dos cuentos de la primera parte.
El profesor del deseo (1977). Roth retoma las aventuras románticas del joven profesor Kepes.
The counterlife (1986). Trata sobre la influencia de la sexualidad masculina en las decisiones importantes de los hombres. Tiene cinco partes y cada una presenta las variaciones sobre una situación básica.
Los hechos (1988). Es un libro autobiográfico, donde narra sus recuerdos desde la infancia hasta que se convierte en un reputado (y controvertido) novelista
Patrimonio (1991). Su padre, un comerciante judío acostumbrado a una vida independiente, a los 86 años es diagnosticado con un tumor cerebral y ve apagarse sus días mientras necesita los cuidados de su hijo cincuentón.
Operación Shylock (1993). Narra un viaje a Israel para asistir al juicio de John Demjanjuk, llegando a plantear –aunque sólo en forma filosófica– la Diáspora inversa de los judíos a Europa, ya que considera a Israel el peor enemigo de los judíos.
El teatro de Sabbath (1995). Presentó a su protagonista más decadente en la forma de un viejo titiritero.
Pastoral americana (1997). Historia sobre el deterioro de una familia y el sueño americano enfocado en la vida de un atleta y de la tragedia que le abruma cuando su hija se convierte en terrorista; con ella Roth ganó el Premio Pulitzer 1998.
Me casé con un comunista (1998). La trama se centra en la era de McCarthy y cuenta la historia de un hombre cuya esposa se vuelve contra él en el período de fervor anticomunista en los Estados Unidos.
La mancha humana (2000). Examina la situación política estadounidense de la década de 1990 y trata de un escándalo en los ambientes universitarios.
El animal moribundo (2001). Es una novela corta que explora acercamientos con la dicotomía de Eros y Thanatos; a sus 70 años, el protagonista todavía desea una aventura erótica.
La conjura contra América (2004). Ejercicio de historia alternativa en la que el héroe de aviación Charles Lindbergh gana la presidencia de E.E.U.U., realiza un pacto con Hitler y derrota a Franklin D. Roosevelt.
Elegía (2006). Reflexión sobre la vejez y la mortalidad tras una complicada operación quirúrgica del protagonista.
Sale el espectro (2007). El final de la saga se da con un Zuckerman envejecido que lucha contra su deterioro después de una operación de próstata.
Némesis (2010). Describe una epidemia de poliomielitis en Newark

Antologías

Lecturas de mí mismo (1976)
A Philip Roth Reader (1980)
El oficio. Un escritor, sus colegas y sus obras (2001)
¿Por qué escribir? Ensayos, entrevistas y discursos (1960-2013) (2018)

Adaptaciones cinematográficas

Goodbye, Columbus,
Portnoy's Complaint,
The Ghost Writer,
La mancha humana
Elegy, basada en la novela El animal moribundo,
The Humbling,
Pastoral americana:
Indignation,

PREMIOS Y RECONOCIMIENTOS

1960 Premio Nacional del Libro por Goodbye, Columbus
1986 Premio del Círculo de Críticos Nacional del Libro por La contravida
1991 Premio del Círculo de Críticos Nacional del Libro por Patrimonio: Una historia verdadera
1993 Doctor en Letras honoris causa por la Universidad de Harvard
1994 Premio Faulkner del PEN Club por Operación Shylock
1995 National Book Award por El teatro de Sabbath
1998 Premio Pulitzer por Pastoral americana
1998 Ambassador Book Award of the English Speaking Union por Me casé con un comunista
1998 Medalla Nacional de las Artes
2001 Premio Hemingway del PEN Club por La mancha humana
2001 Medalla de Oro de Ficción, de la Academia Estadounidense de las Artes y las Letras
2001 WH Smith Literary Award por La mancha humana
2002 Premio a la Contribución a la Literatura Estadounidense de la National Book Foundation
2005 Premio Sidewise de Historia Alternativa por La conjura contra América
2006 Premio Nabokov del PEN Club por su trayectoria literaria
2007 Premio Faulkner del PEN Club por Everyman
2011 Premio Booker Internacional
2012 Premio Príncipe de Asturias de las Letras


TEMÁTICA Y TRAYECTORIA DE SU OBRA

Fue un estudioso de la historia de Estados Unidos y del inglés estadounidense. Fue constante en su exploración de la sexualidad masculina.

En general, sus obras reflejan una especie de conjura de la sociedad contra el protagonista.
Roth usó diversos disfraces —principalmente versiones de sí mismo— en la exploración de lo que significa ser estadounidense, judío, escritor y hombre, un espacio donde ser judío y ser estadounidense eran prácticamente algo indistinguible. En algún momento dijo: “El epíteto de escritor judío-estadounidense no significa nada para mí. Si no soy estadounidense, no soy nada”. Sin embargo, a veces casi en contra de su voluntad, escribía una y otra vez sobre los temas de la identidad judía, el antisemitismo y la experiencia judía en Estados Unidos. En cada obra toca un tema diferente, pero repetitivo y, a pesar de eso, no aburre.

Philip Roth es un escritor práctico. Bastante metódico. Sus temáticas son otra cosa. Asume una manera de narrar directa y coherente, permitiendo al lector sentirse cómodo. El manejo del lenguaje es sencillo, no abusa de frases rebuscadas ni de oraciones extensas que puedan causar en el lector conflicto o desorientación. Sus recursos estilísticos son amplios y sabe cómo acomodarlos en perfecto orden. Las expresiones exclamativas son frecuentes. Roth es irónico, cáustico, eso permite un desenvolvimiento divertido de la novela.

COMENTARIOS SOBRE LA CONJURA CONTRA AMÉRICA

El libro describe perfectamente la vida de los judíos americanos en aquellos tiempos de la segunda guerra europea. Para esos personajes, de acuerdo al autor, pareciera que la guerra sólo era importante en cuanto afectaba a su colectividad. En particular, se centra en la historia de un grupo de ciudadanos pobres, pero no marginales, en cierta forma perseguidos.

Mi interés por este libro radica en que a pesar del cansancio que pueda ocasionar en el lector cualquier clase de victimismo, esta novela trata de la posible vida de cualquier colectivo víctima del poder o de sus propios conciudadanos, si éstos manejan o se dejan llevar por el poder. De hecho, la novela, podría leerse igual si se cambia judíos por comunistas o simplemente demócratas.

El inicio es una descripción entretenida de la ciudad donde se crió el autor y de los personajes. Como está escrito en primera persona, la descripción posee un colorismo y muestra los sentimientos del autor respecto de sus calles, juegos, etc. La descripción de las calles y de los actos de la gente desde el punto de vista de un chico de 9 años son impresionantes. Según avanza la trama, y el chico se va haciendo mayor, se detecta muy bien el cambio de registro de las descripciones.

Maneja las escenas dramáticas en forma magistral; sin ir más lejos, la descripción de la cena con el rabino Bengelsdorf no tiene nada que envidiar a escenas típicas descritas por escritores famosos por ese estilo, como Dostoievski.

La estrategia seguida por el gobierno de Lindbergh parece sacado de un manual de la perfecta sociedad fascistoide: Lo de la Absorción Americana recuerda a la OJE de este país, etc. Es curioso cómo la negativa del padre a la estancia en la granja de Kentucky es un intento de inculcar ciertos valores, pero muy difícil de lograrlo frente a la maquinaria de una sociedad autoritaria, del mismo modo que es muy fácil manejar a parte de esa sociedad rompiendo la unanimidad de ciertos grupos minoritarios para poder gobernar. Como nada de lo que temían los vecinos había llegado, éstos comenzaron a tener más fe en las convicciones optimistas del rabino que en las atroces profecías del periodista Winchel. En definitiva, es una descripción de cómo se puede destruir la libertad en nombre de la libertad, al estilo de la Granja de Animales de Orwell. Resumiendo, parece que el libro intenta recordar el viejo adagio de que el problema de la libertad es que hay que perderla para intentar conservarla.

El último capítulo, que trata de cómo termina la presidencia de Lindbergh, tiene un estilo muy diferente al resto. Es muy rápido sin recrearse en el preciosismo del resto de la novela. De hecho, es un desenlace que no guarda la forma canónica, pues no hay segundo punto de giro, clímax, etc., sino una serie de datos que llevan al final cortando la unión con el resto de la novela. Desde el punto de vista del argumento, parece que el final tiene que ver con una disculpa del proceder de Lindbergh, al cual no puede dejar en tan mal lugar, igual que a la democracia americana, la cual, al final, triunfa.

Desde el punto de vista ideológico del autor, hace una serie de comentarios y definiciones que no sé si responden a su idea o simplemente lo pone en boca de algún personaje, como método de debate. Por ejemplo, cuando define la libertad como el derecho a montar empresas sin intervención del Estado. En este sentido, Bengelsdorf expresa que Lindbergh no era fascista porque no imponía el estatismo que requiere un estado así. Igualmente, se hace una distinción completamente artificial de lo que llama sindicatos de izquierda y los apolíticos, entendiendo como apolíticos o profesionales aquellos que pretenden controlar a los gobiernos progresistas (negando implícitamente que el control de estos gobiernos son una ideología política más).

Tiene algunas frases lapidarias y muy interesantes desde el punto de vista educativo, como la de que el rabino Bengelsdorf permitió a los cristianos votar por Lindbergh a pesar de la represión de Hitler contra los judíos. ¿Funcionaría de la misma forma con la idea de los europeos sobre antiguos pogromos y holocaustos? Es decir ¿podría un rabino diagnosticar que los europeos actuales no son responsables de los ataques a judíos de generaciones anteriores? Quizá esto eliminaría el complejo de Europa y ayudaría a acabar con la patente de corso del estado de Israel contra los ciudadanos de Palestina.

Por último, al leer el libro se ven algunas frases, eslóganes o escenas premonitorias, utilizadas casi textualmente en la campaña y posterior desempeño del 45º presidente de EEUU (America First, etc).

jueves, 24 de junio de 2021

La casa y el mundo

 Sesión virtual del Club de Lectura abierta el 24 de junio de 2021,

por confinamiento debido al COVID-19


Obra: La casa y el mundo
Autor: Rabindranath Tagore
Presenta: José Luis Ramírez


Lloras porque has perdido el sol, pero no permitas que las lágrimas te impidan ver las estrellas.

BIOGRAFÍA


Rabindranath Tagore, nació en la India en 1861 y murió en 1941, fue poeta , filósofo , músico, novelista y autor de canciones que fue premiado con el Premio Nóbel de literatura en 1913, convirtiéndose así en el primer laureado no europeo en obtener este re-conocimiento.
Vivió en el seno de una adinerada y prestigiosa familia, siendo su padre el filósofo Maharishi Debendranah Tagore.
Desarrolló su innata capacidad para la escritura , transcendiendo su figura literaria para convertirse en uno de los más grandes pensadores y filósofos surgidos en la India.

SU OBRA


Tagore revolucionó la literatura bengalí con obras tales como El hogar y el mundo y Gitanjali.
Su obra clave y por la que le fue concedido el galardón sueco es “Gijantali” (1910), libro de poemas continuado por títulos como…
“El jardinero
“La Luna Nueva” 
“El Cartero Del Rey” 
“Las Piedras Hambrientas” 
“La Máquina”

EL PENSAMIENTO DE TAGORE


Para Tagore era importante la ligazón entre el hombre y la naturaleza, la concordia pacífica entre los pueblos y el desarrollo personal sobre cimientos espirituales.

Preocupado por la infancia fundó en 1901 una escuela llamada Vis-va-Barati, que con el tiempo se convirtió en la universidad Internacional, para la enseñanza de una mezcla de filosofías orientales y occidentales.

Devoto de la paz, denunció el nacionalismo en cualquier país, en cuya manifestación detectó uno de los peores males de su tiem-po, opuesto al universalismo al que aspiraba. Intentó inspirar a los seres humanos un sentimiento de que había muchas cosas que los unían.

Tagore no abrazó nunca completamente las rígidas normas inglesas ni la estricta interpretación de la tradicional religión hindú, en su vida o en su arte, eligiendo en su lugar tomar lo mejor de ambas esferas.

Tanto Tagore como Gandhi condicionaban la regeneración nacional a la regeneración individual , «conócete a ti mismo», ése es el camino a la libertad. La destrucción está en imitar a los demás.

Sus pensamientos influyeron en Gandhi, con el que compartía el deseo de una India independiente. Sin embargo, Tagore no era nacionalista excluyente, sino que buscó la comunión entre los ideales filosóficos occidentales y orientales, viajando con asiduidad por diferentes lugares del mundo.

Decía Tagore “Estoy convencido de que mis compatriotas conquistarán de verdad su India a base de luchar contra la educación que enseña que un país es más grande que los ideales de la humanidad”.

Le encantaba la música e incluso compuso un buen número de canciones a las que les llamó Rabindrasangeet (los himnos nacio-nales de la India y Bangladesh son obra suya) y también desarrolló una tardía trayectoria artística como pintor.

El pensamiento de Tagore está nítidamente presente en su obra "La casa y el mundo"


LA CASA Y EL MUNDO. COMENTARIOS


Esta obra es poesía envuelta en una narrativa en prosa, llena de lirismo y sensibilidad. Tagore era fundamentalmente un poeta y los distintos capítulos desbordan un lenguaje bello y delicado.

Aparte de lo atractivo de su forma, no hay que descartar en absoluto su fondo, sino todo lo contrario.

La novela está estructurada en diferentes capítulos, cada uno de los cuales está narrado en primera persona, por uno de los 3 protagonistas de la obra, intercalándose unos con otros. Todo ello permite reflejar el interior de cada uno de los personajes de forma sincera y subjetiva. cada uno de ellos representa actitudes totalmente distintas a las de los demás, son 3 formas de entender la vida muy diferentes, con acciones contrapuestas.


NIKHIL


Nihhil puede considerarse el alter ego de Tagore. Hombre culto, reflexivo e idealista, siempre defensor de lo justo. Cree que la Verdad debe encontrarse en el interior de cada uno, que no hay que imponer las ideas propias a los demás, hay que dejarles que elijan libremente su camino, que encuentren su propio "yo".

Amante de lo indio, no es en absoluto un nacionalista radical, detesta la violencia como forma de hacer fuerte a una nación, cree en la humanidad en general y que lo ideal es coger lo bueno de cada cultura, buscando la mezcla entre lo tradicional y lo moderno.

Dice Nikhil, "Para que la India sea fuerte, lo primero es la educación (el mismo Tagore fundó una escuela a la que dedicó muchas energías).
Idealista e incomprendido como tal, Nikhil nunca renunció a su "yo", a sus propias convicciones, aunque ello le implique perder lo que más ama. 


SANDIP


Sandip representa el utilitarismo, la actitud egoísta, al que no le importan los medios con tal de conseguir sus fines, que son el po-der, el placer y la exaltación de sí mismo.

Es un hombre inteligente, práctico y seductor que posee la fuerza de la pasión y de la atracción, de la que carece Nikhil. Dotado de un notable sentido práctico.

Es un hombre espiritual en su base pero que ha tergiversado el sentido de ese concepto. Está convencido de que la Verdad es ser más fuerte que los demás, imponerse a ellos; solo de esta forma puede lograrse el éxito.

Nacionalista radical, no por convencimiento sincero, sino  porque ese nacionalismo, es el vehículo que utiliza para su engrandecimiento personal. Utiliza el sentimiento nacionalista , engendrando violencia y odio hacia el extranjero y hacia todo el que se le oponga, no dudando en utilizar la religión como un arma.

Parte de la convicción de que de que los débiles son los idealistas, los moralistas, porque en realidad son cobardes.

No es un ser totalmente amoral, en su interior hay contradicciones, hay momentos de bondad que intenta extirpar.

Reflejo del idealismo de Tagore, este personaje al final , actúa dejándose llevar por la conciencia, por su amor hacia Bimala y acabará devolviéndole el dinero y las joyas que había conseguido de ella. 

Para Tagore el hombre, el individuo, es bueno en sí, el peligro está en los hombres en plural


BIMALA


Es el personaje que más me ha costado comprender. para ello, tal vez haya que profundizar en la posición de la mujer india en la época de Tagore. la mujer vivía para "la casa", fuera del "mundo".

Educada para cuidar de la familia y para venerar al marido. Bimala no conoce otra cosa.

Cuando aparece Sandip éste es la pasión, la fuerza. Le presenta un nuevo mundo, en el que ella es la diosa. Bimala cae seducida por las palabras y el brillo de Sandip. El nacionalismo radical es parte de esa atracción hipnótica.

Bimala no es una idealista como su marido, pero no es tampoco un personaje amoral, tal vez sea un personaje débil porque la socie-dad la ha hecho así.

Su espíritu maternal se desata con el joven Amulia, su sentido de la moral resurge tras el robo y surge su sentimiento de culpa, en realidad es irónico ese sentimiento de culpa, pues coge el dinero a su marido y ese dinero en buena lógica, debería ser de los dos. Las fuertes tradiciones y el papel secundario de la mujer vuelven a ser patentes.

La Casa ha sido el Todo para Bimala (y para su cuñada y para tantas y tantas mujeres), El Mundo ha sido algo lejano, a la mujer le co-rrespondía quedarse en la casa (aunque Nikhil había intentado lle-varla al mundo, ésta se había negado).

Con Sandip el mundo entra en su casa y con ello en su vida, un mundo en realidad ilusorio pero deseable para Bimala. Ella toma conciencia de su insatisfactoria vida anterior y se arroja a ese mundo creado por Sandip.

Finalmente Bimala vuelve a la casa, a la devoción por su marido, pero las circunstancias externas del mundo real, se lo impedirán. Sin duda era difícil para la mujer india encontrar su propio yo.

La posición de la mujer queda también evidenciada en la figura de la cuñada. Entrañables son también los últimos pasajes de la Bara Rani, en esa casa desde los 9 años, que no desea quedarse sola, y a la que solo su cuñado Nikhil ha dado cariño. Un personaje siempre desagradable desde la visión de Bimala, pero que se nos muestra tal como es, en la visión de Nikhil


LA NATURALEZA


La naturaleza está siempre muy presente en la obra de Tagore. El libro está lleno de frases poéticas en las que describe la naturaleza. El hombre no puede vivir alejado de esa naturaleza donde encuen-tra la paz de su espíritu


LA POLÍTICA


El pensamiento político de Tagore se observa claramente en esta obra. 

El personaje de Nikhil representa el pensamiento político e interior del propio Tagore.

Tagore ama a la India pero ama más a la humanidad. Cree en la internacionalidad y detesta el despotismo y autoritarismo, venga de donde venga.

Cree en la necesidad de conocer el propio "yo", y ser coherente con las propias convicciones, fuera de todo ideario político. La bús-queda de la Verdad, de la justicia, de la igualdad, debería ser la fina-lidad de los políticos.

La ideología de Sandip es lo que repudia Tagore en la política y en la vida, pone en boca de Sandip ideas elaboradas y argumentadas que son contrarrestadas con otras frases brillantes y muchas veces poéticas por parte de Nikhil. Son discusiones políticas que reflejan 2 formas antagónicas de entender la vida, Tagore cree ante todo en el ser humano y por eso al final en San-dip pesa más el amor y actúa de forma humana y justa, fuera de idearios políticos, su interior derrota su ansia por el dominio del exterior.

EL FINAL DE LA CASA Y EL MUNDO

Me ha sorprendido el final. Tal vez Tagore quiera reflejar que cuando en el mundo se abre la puerta de la intolerancia, de la crueldad, la violencia acabará estallando y sufrirán mayormente los que menos lo merecen.

Es como un aviso al mundo de lo que puede suceder si olvidamos que la fuerza del amor y la compresión es lo que debe regir el mundo. no olvidemos que Tagore entre otras muchas cosas era profesor y el toque didáctico siempre está presente

PUNTO FINAL O CASI

Ahora que acabo el comentario sobre La casa y el mundo, tengo la sensación de que me he dejado lo más importante.
hay que leer el libro pausadamente, recrearse en las bellas descripciones que de él afloran, la musicalidad y riqueza lingüística de sus frases, la profundidad de su pensamiento, el latir de los sentimientos de sus personajes.

Hay una película basada en esta novela "El mundo de Bimala" rodada por el gran director indio Satyajit Ray. No la he visto pero creo que puede conseguirse

ALGUNAS FRASES DE RABINDRANATH TAGORE

La poesía es el eco de la melodía en el universo en el corazón de los humanos.

Tengo mi propia versión del optimismo. Si no puedo cruzar una puerta cruzaré otra o haré otra puerta.

La fe es el pájaro que canta cuando el amanecer todavía está oscuro.

Si cierras la puerta a los errores también la verdad se quedará fuera.

Tu no ves lo que eres, sino su sombra.

La mariposa no cuenta meses, sino momentos y tiene suficiente.

El bosque sería muy triste si solo cantaran los pájaros que mejor lo hacen.

El amor es el significado último de todo lo que nos rodea. No es un simple sentimiento, es la verdad, es la alegría que está en el origen de toda creación.



Un saludo

viernes, 21 de mayo de 2021

Persépolis

Sesión virtual del Club de Lectura abierta el 21 de mayo de 2021,

por confinamiento debido al COVID-19


Obra: Persépolis
Autor: Marjane Satrapi
Presenta: Isabel Anaya


RESEÑA BIOGRÁFICA DE MARJANE  SATRAPI

Marjane Satrapi nació en 1969 en Irán. Sus padres ─emparentados con los dirigentes progresistas anteriores al golpe de estado, que entronizó al Sha Reza Palevi en 1953, y con los posteriores, que ayudaron a destituirlo─ le proporcionaron una educación laica estudiando en el Liceo Francés de Teherán, en su infancia, y en el de Viena en su adolescencia. De vuelta a Irán, Marjane inicia sus estudios de arte en la Universidad de Teherán. Sus experiencias vitales están condicionadas por el integrismo islámico que hizo fracasar el intento de democratización de Irán y que se adueñó de su gobierno, la guerra irano-iraquí y el choque con la cultura europea a sus catorce años, cuando cursó en Austria su bachillerato.

Tras su divorcio de su marido iraní, se marcha a Francia en 1994 para estudiar Artes Decorativas y fija allí su residencia definitivamente. En sus primeros años en París, se dedica a la ilustración de cuentos infantiles. Contactó con el colectivo L'Association gracias a Christophe Blain quien le aconseja llevar al cómic sus memorias de infancia y adolescencia. Así surgió ésta novela ilustrada a la que llamó Persépolis, su primer tomó se publicó en el año 2000 y fue galardonada con el premio Coup de coeur al mejor autor revelación. El segundo tomo de Persépolis también fue premiado y con la publicación del tercero y el cuarto, alcanza la autora su fama internacional favorecida por la aparición de su versión cinematográfica.

Otras obras de Marjane Satrapi son: “Bordados” (2003) donde hace una serie de reflexiones sobre la condición femenina, y “Pollo con ciruelas” (2004) que es la historia, desarrollada en Irán, de un hombre que ha perdido la ilusión vital y no le encuentra sentido a la existencia. 

RESUMEN DE LA OBRA.

Persépolis es una novela autobiográfica que refleja las vivencias de Marjane Satrapi desde sus diez años, cuando cambió drásticamente su vida y la de la sociedad iraní tras la proclamación de la revolución islámica en 1979, hasta que se divorció de su marido iraní y abandonó Irán en 1994, a los veinticinco años de edad. Con un lenguaje conciso y preciso asociado a unos dibujos de trazos sencillos, pero muy expresivos, Marjane nos va describiendo su perplejidad infantil, ante el cambio radical de indumentaria y de costumbres que le imponen. Nos habla de su frustración y contradicciones ante unas imposiciones absurdas e incomprensibles que alimentan su rebeldía adolescente.

Hija única de un matrimonio de profesionales cualificados, liberales y de clase acomodada, Marjane muestra la influencia de sus padres, partidarios de una república democracia y de una educación laica. Ellos no le ocultan la realidad y la represión de su país tiranizado por el fanatismo integrista que hace retroceder a Irán cincuenta años. Por ello, en sus planteamientos vitales va desarrollando un sentido crítico que, con ironía, nos relata acontecimientos cotidianos de su vida, de las personas cercanas y de su país. Se vale de amigos imaginarios, de personajes históricos como Karl Marx, el Sha, Jesús,  Mahoma o de conversaciones con Dios para intentar resolver cuestiones que le resultan incomprensibles.

La guerra entre Irán e Irak que comienza en 1980 y termina en 1988, sin aparente vencedor, hace aumentar la represión política, el adoctrinamiento y el fanatismo, que se instalan en todos los ámbitos de la sociedad, incluso en la vida privada. Los bombardeos, la escasez, los heridos, los muertos y el culto a los “mártires” desfilan en las viñetas con cierto sentido del humor que le quitan dramatismo y destacan las situaciones absurdas que se dan en una teocracia donde sus ayatolás se inmiscuyen hasta en los aspectos más privados de la población. Especialmente gráfica es la autora con la situación de las niñas en la escuela, que son discriminadas y encorsetadas por una indumentaria y unas imposiciones que las rebajan a poco más que animales domésticos. En la escuela las niñas reciben una educación segregada de los varones, que las adiestra para que estén al servicio de los hombres y sean meras transmisoras de un islamismo arcaico donde impera la “Sharia”. La rebeldía de la adolescente Marjane provoca peligrosos enfrentamientos con sus maestras y compañeras, que hace que sus padres deciden enviarla a Viena para cursar el Bachillerato.

Con catorce años Marjane se matricula en el liceo francés de Viena. El choque cultural con los valores y costumbres de una cultura occidental como la austriaca, se agrava al no poder expresarse en alemán, lo que hace que no se integre y sufra la soledad del extranjero. A medida que aprende el idioma encuentra amistades que la introducen en el consumo de drogas y se resienten sus estudios y su equilibrio psíquico. Finalmente logra aprobar el Bachillerato y regresa a un Irán que, a pesar de haber finalizado la guerra, sigue fanatizado y pobre. Dividida entre dos culturas, no se adapta. Entra en la facultad de Arte de Teherán, conoce a su futuro marido y tras un fracasado matrimonio, se divorcia y abandona Irán para seguir con sus estudios en Francia, donde se instala definitivamente.


ESTRUCTURA DE PERSÉPOLIS.

La obra se estructura en cuatro libros, precedidos por una introducción histórica que parte de la invasión de Persia por los árabes en el 642, el fin de la dinastía sasánida y la imposición del islam, y llega hasta el derrocamiento del Sha Reza Pahlevi en 1979. De la introducción se vale la autora para situar al lector en el contexto ideológico y cultural iraní, siendo muy útil para comprender el escenario en el cual se desarrollará la novela. Los libros se dividen en apartados, cada uno con un tema diferente.

Libro 1

Trata de la primera época de la revolución tras el derrocamiento del Sha Pahlevi. De familia militante y politizada, la pequeña Marjane filtra cuanto ve y oye a su alrededor y le da una interpretación mágica, procedimiento que le confiere encanto a la narración. Nos habla de sus abuelos y tíos a los que considera héroes, porque lucharon por la democracia y la modernización de Irán. Tanto los dibujos como los textos que los acompañan, desprenden una gracia y ternura infantil que invita a seguir leyendo.

Libro 2
    
Comienza con los acontecimientos que precipitaron la guerra entre Irán e Irak. Vemos a Marjane en una preadolescencia difícil. Cambia de una educación laica y occidentalizada a otro fanatizada y represora. Al principio, ella y algunas compañeras se rebelan contra la imposición del pañuelo y los ropajes que les impiden moverse con libertad, pero la presión de los guardianes y guardianas de la fe llega a todos los rincones y aplasta a los inconformistas. Con un predominio del color negro en las viñetas, se quiere resaltar el dramatismo de los bombardeos, las masacres de los disidentes políticos y la manipulación institucional de la población, que lleva a los jóvenes a inmolarse en una guerra absurda que llena los cementerios de muertos y los hospitales de heridos. Los ayatolás y sus esbirros controlan la calle y los hogares. Junto a los avatares de la guerra, Satrapi cuenta con humor anécdotas de fiestas ilegales en las casas donde se oye música, se baila y se consume alcohol, todo ello prohibido y castigado con multas, cárcel o latigazos. Resalta así las contradicciones que vive la sociedad iraní, donde no todo es lo que parece. Frente a los “barbudos” que pretenden imponer la Sharía a sus compatriotas, está el pueblo que trata de darle color y divertimento a sus vidas.

En este libro aparece un personaje de gran influencia en Marjane, su abuela, que es su alter ego y la voz de su conciencia. Unidas por profundos lazos afectivos, abuela y nieta representan el pasado y el futuro del país y mantienen conversaciones que muestran valores de una solidez universal. Ante las situaciones de peligro a la que se expone Marjane por su rebeldía y para salvarla de las consecuencias de la guerra, sus padres deciden mandarla a estudiar a Europa. El libro finaliza con la despedida en el aeropuerto. 

Libro 3

Se corresponde con el periodo europeo de la protagonista. Marjane llega a Viena con catorce años para cursar el bachillerato en el Liceo Francés. El fondo blanco en los que están insertados la mayor parte de los dibujos, y un negro en las figuras sin tonalidades grises, quizás sean un reflejo de la dualidad en la que vive la protagonista en este periodo. En este libro se va perdiendo el sesgo humorístico que aparece en los anteriores mostrándonos a una Marjane desarraigada que no se adapta encontrándose sola e incomprendida. A medida que va dominando el idioma alemán hablado por sus compañeros, Marjane se va integrando y entabla amistad con unos compañeros que la valoran por proceder de un país exótico y en guerra. La necesidad de aceptación que tiene la muchacha, la lleva a experimentar con las drogas blandas imitando a sus amigos. Incluso trapichea con marihuana en su instituto, bajan sus notas e incluso repite curso. Ante la sospecha de que puede ser la camello responsable del alto índice de consumo de droga en el alumnado, Marjane es citada por el director del instituto, que amenaza con expulsarla si continua por ese camino. Sintiendo el peso de la culpa por haber decepcionado a su familia, que se está sacrificando para mantenerla estudiando en Europa, Marjane se embarca en relaciones peligrosas sin encontrar un amor que la redima, muy al contrario, su novio la utiliza para sus fines egoístas.

La visita de su madre, que en un momento dado le supone un bálsamo para su desamparo, aumenta su culpabilidad tras el regreso materno a Irán. Marjane se hunde por su incapacidad para retomar las riendas de su vida, llegando a vivir en las calles vienesas, sufriendo desnutrición y enfermando por ello. Es un relato descarnado que pone el énfasis en la tragedia del extranjero, dividido entre dos mundos sin que sienta la pertenencia a ninguno de los dos. La autora resalta la falsa rebeldía, la vaciedad y el consumismo de la juventud europea, en plena época del punk, y la compara con la austeridad en la que vive la juventud iraní, igualmente engañada y sacrificada por los ayatolás. Lo hace de un modo indirecto y sin juicios morales, simplemente se deduce a través de los dibujos y escuetos comentarios.
El libro termina con el alivio de sus padres al lograr averiguar su paradero y el regresos de Marjane a Irán. 

Libro cuarto.

El cuarto y último libro empieza con el apartado llamado “El retorno”. La primera viñeta, casi negra con finas líneas blancas para trazar figuras o delimitar los rostros de los protagonistas, ya nos avisa del tono decepcionante y pesimista de la historia que se nos va a contar. Después de pasar cuatro años en Europa, Marjane regresa a un Irán que si bien ya ha firmado la paz con Irak, sigue bajo el gobierno de los ayatolás y sus esbirros. Sintiéndose en tierra de nadie, la muchacha permanece en un estado depresivo que la lleva a un intento de suicidio frustrado.  Las calles le parecen cementerios todas dedicadas a mártires de guerra y con edificios en ruinas. Sus amigos que no han muerto en la guerra, están mutilados o con secuelas de las heridas recibidas, en cuanto a sus amigas, ocultan una doble vida y moral que irritan a Marjane. A ese respecto, hay una página hacia la mediación del libro 4 que está dividida en dos viñetas: en una aparece un grupo de chicas en público donde solo se les ven las caras y, en la otra, en el interior de una casa donde todas están vestidas, maquilladas y peinadas como las occidentales. La celebración de guateques en los hogares sigue prohibida, pero se celebran igualmente, aunque se multe y se persiga a los participantes En una de esas fiestas conoce a Reza, un muchacho aficionado a la pintura que le parece culto, tolerante y que será su futuro marido.

Reza y Marjane entran en la facultad de arte de Teherán y la autora, con el gracejo que caracteriza la obra, nos narra lo absurdo de pintar desnudos artísticos con los modelos totalmente vestidos y cosas por el estilo. Intentando disfrutar de intimidad y libertad, los novios se casan. Sin embargo, el matrimonio no libera a Marjane de sus problemas y enfrentamientos con las costumbres machistas y opresoras que no dejan que las mujeres se desarrollen como personas y artistas. Un bocadillo con unas frases que le dice Marjane a una amiga, refleja la indefensión frente a la ley de las mujeres iraníes de la época. Es el siguiente:

SI UN HOMBRE MATA A DIEZ MUJERES EN PRESENCIA DE OTRAS QUINCE, NADIE PUEDE CONDENARLO COMO ASESINO, PORQUE EN UN CASO DE ASESINATO, LAS MUJERES NO PUEDEN PRESTAR DECLARACIÓN. ES ÉL EL QUE TIENE EL DERECHO AL DIVORCIO Y, SI TE LO CONCEDE, SE QUEDA LA CUSTODIA DE LOS HIJOS…. 

Tras conseguir el divorcio de Reza, nuestra protagonista se convence de que su futuro está fuera del país y abandona Irán con el apoyo de sus padres y con el triste presentimiento de que no volverá a ver a su abuela, que tan buenos consejos le ha dado. Para Marjane la abuela representa el glorioso pasado de Irán y el brillante futuro que no pudo materializarse, por el que dieron sus vidas su abuelo y su tío Anouche.  

MARJANE SATRAPI EN EL CONTEXTO DE LA NOVELA GRÁFICA. 

De la época dorada de las revistas americanas o francófonas de comic de mediados del siglo XX, protagonizadas por personajes legendarios o superhéroes, se pasó a las publicaciones de temáticas underground y “contraculturales” de la década de los setenta del pasado siglo. En España esta última tendencia se deja sentir en los años ochenta, muy influencias con la movida madrileña, con publicaciones como “Totem” o “El Víbora” que tuvieron tiradas millonarias y popularizaron las revistas ilustradas entre los adultos. Teniendo en cuenta a las últimas generaciones condicionadas por el abuso de la imagen que acaparan sus percepciones o sus visiones del mundo, y la invasión del manga en series y comics, el auge de la novela gráfica para adultos era de esperar.

Igual que en las novelas clásicas, las novelas gráficas pueden tratar temas profundos, lo vemos en Persépolis y en muchas otras publicaciones. Autores estadounidenses como (Charles Burn, Daniel Clowers), francófonos (Guy Delisle, o la propia Sapatri) y los españoles Paco Roca y Luis Durán, están copando las librerías y consiguen llevar al cine de animación sus historias. En Japón, donde la novela gráfica tiene un pasado glorioso, triunfa Jiro Taniguchi y autores de revistas manga que se han pasado a la novela. Por todo ello, han proliferado las editoriales y las librerías especializadas en lanzar narraciones gráficas en nuestro país y en el extranjero, siendo Norma editorial una de las más importantes.

En este contexto, se publicó Persépolis, la obra que consagró a Marjane Satrapi, favorecida por el interés que provocaba la reciente historia de Irán vista por una mujer iraní. En mi opinión es una buena novela por la expresividad de sus dibujos, la exacta adecuación de textos concisos, pero muy precisos, a las imágenes y, sobre todo, por la conmovedora historia que sabe contar con notas humorísticas que no le quitan su intrínseco dramatismo a la obra.   
 


viernes, 30 de abril de 2021

Badenheim 1939

 Sesión virtual del Club de Lectura abierta el 30 de abril de 2021,

por confinamiento debido al COVID-19


Obra: Badenheim 1939
Autor: Aharón Appelfeld
Presenta: Andrés Hueso


Algunos datos como introducción.

En el siglo XIX el 90% de la población judía mundial vivía en Europa, ahora solo el 10%. 

Hacia 1933 vivían en Europa alrededor de 9,5 millones de judíos, de los que más de la mitad entre Polonia y la parte europea de Rusia; en Alemania 0,5 millones.

Según la Jewish Encyclopedia hacia 2002 la población judía europea era de 1,5 millones.

La población actual de Israel es de 9 millones de habitantes.

Según la Agencia EFE y publicado en La Vanguardia el 11-4-2018: «El número de judíos en el mundo sigue siendo más bajo de lo que era en 1939, antes de que el nazismo comenzara su programa de exterminio. Se calcula que hay unos 14 millones y medio de judíos en el mundo actualmente comparados con los 16 millones que se cifraban antes de la Segunda Guerra Mundial. La cifra actual es parecida a la que se había registrado en 1922, hace casi un siglo.»


Aharón Appelfeld. 1932 Bukovina (entonces Rumanía, actualmente en Ucrania) – 2018 Petaj Tikva, Israel)

La mejor forma de saber algo de la vida y obra de un autor, es atender a sus propias palabras. Seguidamente transcribo unos fragmentos de un par de entrevistas hechas a Aharón Appelfeld y publicadas en español:

Cyber Humanitatis nº 36. Primavera 2005, conversación con Paula Varsavsky 

«Cuando tenía siete años los nazis asesinaron a mi madre. Luego, a mi padre y a mí nos llevaron al campo de concentración de Transmistria. A los ocho años logré escaparme, sólo, durante la noche. Lo hice luego de que una ciudad cercana había sido bombardeada. Yo sabía que me estaba escapando y que era muy peligroso. Después que hui, nadie iba a querer darme refugio, así que me cambié el nombre, ya que, por supuesto, no podía decir mi apellido judío. Vagué por bosques de Ucrania, busqué trabajo… Por suerte, no me reconocían por ningún rasgo particular, podía pasar por un alemán o un polaco cualquiera: rubio, de ojos celestes, cara redonda y nariz pequeña.»

«Finalmente, una prostituta me tomó para que viviera en su casa de un solo ambiente a cambio de que le hiciera mandados como buscar comida en el pueblo, o algún pequeño trámite. Así fue como tan temprano conocí el cuerpo humano. Todas las noches la visitaban hombres, en general eran campesinos de la zona, y también iban muchos soldados. Yo los veía desnudos a los dos, a ellos no les importaba, yo era como un perrito que estaba ahí. Al final de la noche empezaban las discusiones: no le querían pagar. Estuve allí varios me-ses, hasta que una noche un cliente me miró y me dijo “¿Qué haces ahí judío roñoso?” Entonces entendí que en ese mismo momento me tenía que ir.»

«Escribir las cosas tal como sucedieron equivale a hacerse esclavo de la memoria la cual no constituye sino un elemento secundario del proceso creativo… Los materiales, en efecto, están tomados de la propia vida, pero lo creado es una criatura independiente.» [por este motivo es que a lo largo de su obra, a pesar de que aparecen muchos datos de su vida, siempre están ficcionalizados] «La realidad —asegura— puede permitirse el lujo de ser increíble, inexplicable, de situarse fuera de toda proporción. Para gran dolor de mi corazón, la obra creada no puede permitirse las mismas libertades.»

«Permanecí dos años más en Ucrania, allí conocí lo más sórdido de la sociedad: traté con ladrones, estafadores, todos los márgenes por los que se puede transitar dentro de cualquier comunidad. Luego me uní al ejército ruso, donde trabajé de ayudante de cocinero, hasta que terminó la Segunda Guerra Mundial. En ese entonces había varias organizaciones que se ocupaban de encontrar y reubicar a huérfanos judíos del Holocausto. Así fue como llegué a Israel, en el año 1946. Estaba casi mudo, los músculos de la mandíbula se me habían empezado a atrofiar porque había hecho tanto esfuerzo para que no me reconociesen por mi acento que casi no hablaba.»

Philip Roth, en Operación Shylock, expresa lo siguiente: «Lo que Aharón representaba para mí era la capacidad de maduración de alguien que se ha visto convulsionado por los más indecibles sufrimientos y que ha logrado conservar no ya lo normal, sino todo lo extraordinario que en él había, alguien cuya superación de la futilidad y del caos, y cuyo renacimiento como ser humano armónico y escritor de primera categoría constituye un logro rayano en lo milagroso, tanto más cuanto que proviene de una fuerza interior que sin duda posee pero que el ojo no alcanza a percibir.»

Conversación con Mateo Torres, publicado en Babelia el 22-1-2005.

«En los años veinte y treinta era normal que los judíos se vieran a sí mismos en un contexto europeo y no en un contexto judío. Había judíos comunistas, liberales, anarquistas, etcétera, que se consideraban europeos. Nunca se imaginaron que iban a ser odiados por ser judíos. El judaísmo no era entonces un componente esencial de sus vidas y ni siquiera eran creyentes.»

«Cuando alguien crece sin madre se convierte en alguien más alerta respecto a los demás. Tienes que escucharlos porque dependes de ellos. En mi infancia, como cuento en Historia de una vida, me adoptaron los criminales sin saber que era judío. Vivía con ladrones y prostitutas, gente de los márgenes. Estaba en sus manos y tenía que comportarme como ellos y estudiar su naturaleza. Ésa fue mi escuela y en ella aprendí el significado de la vida. Adoptaba a padres y a madres para no ser huérfano.»

«En 1944, a la edad de doce años, los rusos liberaron el área donde vivía y me integré en el ejército ruso como ayudante de cocina. Fue una gran experiencia y se portaron bien conmigo. Tenía comida y la gente no quería matarme.»


El concepto de “asimilación” de los judíos en Europa.

Aharón Appelfeld nació en el seno de una familia de ‘judíos asimilados’, poco religiosos, ilustrados y cultos. En su casa hablaban en alemán, ruteno, yiddish y un poco de rumano. Hacían vacaciones en los Cárpatos, en hoteles y balnearios de Austria, viajes de tren en primera clase, temporadas con los abuelos en el campo, que hablaban yiddish e iban a la sinagoga.

Aharón Appelfeld habla sobre la situación de su familia como ‘judíos asimilados’: «Los judíos asimilados se construyeron una plataforma de valores humanos y, desde lo alto, con-templaban el mundo. Estaban convencidos de no ser ya judíos y de que nada que fuera de aplicación a los judíos podía aplicárseles a ellos. Tan extraña confianza los convirtió en criaturas ciegas o medio ciegas. Siempre he sentido cariño por los judíos asimilados, porque era en ellos donde el carácter judío, y quizás también el destino de lo judíos, se concentraban con mayor fuerza.»

La ‘asimilación’ de los judíos implicaba su integración en la cultura circundante. 

«La sociedad, enfrentada con la igualdad política, económica y legal de los judíos, dejó claro que ninguna de sus clases se hallaba preparada para concederles la igualdad social, y que sólo serían admitidas ex-cepciones del pueblo judío. Los judíos que escuchaban el extraño cumplido de que constituían excepciones, que eran judíos excepcionales, sabían muy bien que era esta misma ambigüedad —la de ser judíos y presumiblemente no como judíos— la que les abría las puertas de la sociedad. Si deseaban este género de relación, trataban, por eso, de 'ser y no ser judíos’.» Hannah Arendt, Los orígenes del totalitarismo.

De aquí se derivaba una división de considerables consecuencias sociales: la excepcionalidad ofrecida significaba la aceptación de unos pocos y la consecuente marginación de los muchos, en realidad el grueso de la población judía. De este modo el judío de excepción no sólo acababa siendo ‘extraordinario’ por disponer de determinadas cualidades, sino también porque se contraponía al ‘judío ordinario’.
El carácter excluyente de esta diferenciación, entre lo ordinario y lo extraordinario, supuso marginar de la vida europea al pueblo judío, al ser considerado compuesto precisamente por individuos comunes y sin distinción; en virtud del ingreso a la sociedad de unos pocos judíos excepcionales. De esta manera, en la idea de excepción estaba supuesta la exclusión de las masas judías al proceso de asimilación. 


¿Por qué propuse esta obra?

El 24 de mayo de 2020, en pleno confinamiento, John Gray publicó en El País un artículo titulado ¿Otro Apocalipsis?, el autor analizaba las consecuencias que la pandemia podría generar sobre nuestras vidas —economía, trabajo, sociedad, etc.—. Transcribo dos párrafos muy significativos del sentido de su análisis: «La vieja vida de relaciones despreocupadas entre las personas se desvanecerá rápidamente de la memoria.» «La automatización y la inteligencia artificial eliminarán franjas enteras de empleo para la clase media.»

Cuando propuse este título —recordad que estábamos recién salidos del confinamiento— escribí en mi comentario de presentación: «Obra oportuna en su momento por razones más que obvias, me ha parecido nuevamente oportuna por las circunstancias vividas, tanto por las más inmediatas como por las solo algo más remotas, pero no olvidadas; me refiero a las sucesivas y variadas crisis padecidas y a esa sempiterna y líquida excusa que nos imponemos (y también nos imponen) para justificar no haber hecho nada: … ¿quién podía imaginar/pensar/saber lo que iba a pasar, …? ¿Qué hace que nuestra percepción se adormezca justo cuando la necesitamos más despierta?»

Leí este libro en 2006 cuando lo publicó Losada en español —en ese año bailábamos alegres en la cubierta de un Titanic, que aún no se había encontrado con un iceberg llamado 2008, ni con otro doce años después llamado Covid-19— y en mi recuerdo, lo que cuenta esta novela, siempre ha estado asociado al Síndrome de la disonancia cognitiva. Este concepto fue propuesto por el psicólogo León Festinger para explicar por qué las personas intentan mantener la consistencia interna de sus creencias y de las ideas que han interiorizado, incluso recurriendo al autoengaño, cuando hay discrepancias entre aquellas y las circunstancias ciertas, reales y materiales con las que tiene que enfrentarse.

Es muy inquietante saber que preferimos aceptar como cierto y real un engaño, a reconocer un hecho, verdad o circunstancia que nos incomoda o disgusta o percibimos que no nos conviene (no obstante, esta es una cuestión que nuestro compañero Ismail la expondría mucho mejor que yo). Quizá se haya producido en toda época y ahora simplemente sea más frecuente y más intenso. Lo cierto es que lo estamos presenciando —¿y padeciendo?— a diario. Nuestro mundo —sea lo que sea que entendamos como mundo— está dejando de ser lo que era y tampoco va a ser lo que quiera que sea ahora.

También podría aplicarse a las circunstancias actuales el Síndrome de la rana hervida: asistimos al surgimiento de cambios importantes, pero no reaccionamos porque no acabamos de percibirlo como un peligro cierto y actual. 

Ambos síndromes afectan dramáticamente a los personajes de Badenheim 1939 y de ahí la motivación de mi propuesta: la naturaleza de las amenazas que reciben sus personajes, es la misma que nos está afectando ahora mismo a nosotros.


Badenheim 1939 (publicada en hebreo en 1978) 

Aharón Appelfeld omite gran parte del marco histórico y confía que el lector complete los espacios en blanco. En este sentido se trata de un relato ahistórico o, al menos, la mención temporal del título ‘1939’ entiendo que hay que considerarla como un símbolo referencial.

Las tropas alemanas entraron en Austria el 12-3-1938, el plebiscito del 10 de abril que siguió a esto, aprobando la unión (Anschluss) de Austria como una provincia de Alemania, fue abrumadoramente favorable y tanto los judíos como los romaníes estuvieron excluidos de la votación. El progromo particular de Viena, su personal Kristallnacht, se produjo en noviembre de 1938 con el arresto de miles de judíos que fueron deportados a Dachau o Buchenwald. El 1-9-1939 Alemania inició la invasión de Polonia.

Quizá un aspecto especial de esta novela sea su tono. Está narrada en un modo muy directo, en capítulos cortos que constituyen cada uno una escena: un instante de la vida de sus protagonistas, quienes se ven impelidos a actuar en el preciso espacio temporal, físico y emocional descrito en el primer párrafo de cada capítulo.

Es una novela breve, tensa, amarga, kafkiana y siniestra, escrita con una ironía casi sádica. Pero también reviste caracteres de opereta, un género al que eran muy aficionados los vieneses de la época. Con frecuencia el lector asiste asombrado al comportamiento alegre y confiado de los personajes —como personajes de opereta— en los que las progresivas señales ominosas apenas hacen modificar su forma de vivir. La mezcla de esa ligereza y de los avisos de amenaza conforman una eficiencia narrativa genial, que proporciona un demoledor crescendo dramático. Es el lector quien sufre el desasosiego que piensa deberían sufrir los personajes.

No hay adjetivación superflua, la redacción es un gran ejercicio de contención, no se aprecia intención de sentar doctrina u opinión. No hay posicionamiento político ni religioso.

También nos puede sorprender lo que señala Philip Roth «la falta intencional de causalidad». Las cosas pasan: «las sorpresas nunca dejan de ocurrir» es la frase que inicia varios capítulos. Preguntarnos por qué o si son realmente sorpresas, a veces, es una tarea irrenunciable.


He extendido mucho más mis comentarios sobre el autor y los aspectos circunstanciales de “Badenheim 1939”, que sobre ella misma, sin entrar a analizar: personajes, estilo, estructura, intención del autor, … porque, en definitiva, espero vuestras opiniones y aportaciones para poder compartirlas o confrontarlas entre todos.

Recordad que el blog es un instrumento para el diálogo.

Muchas gracias.