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CARRUSEL 2023-24

jueves, 11 de diciembre de 2014

Anexo 2 (breve reseña de obras anteriores) a las notas de Andrés Hueso sobre Las semanas del jardín de Juan Goytisolo

Anexo 2

Breve reseña de algunas obras anteriores de JG
(selección de Andrés Hueso)


Con la publicación de Señas de identidad en 1966, Juan Goytisolo contribuye al movimiento de ruptura con la estética del realismo social predominante en la España de los años 50. El mismo Goytisolo fue uno de los principales autores de la llamada “Generación de medio siglo”, que agrupaba a los autores de la corriente del realismo social nacidos entre 1921 y 1935 y que publicaron sus primeras obras a partir de inicios de los 50. 

Señas de identidad (1966)
Señas de identidad presenta la revisión que hace de su vida Álvaro Mendiola, fotógrafo español exiliado en París, que regresa a la casa de su familia en Barcelona para recuperarse de un ataque al corazón. El despertar después del síncope sintiéndose “horro de pasado como de futuro” y “sin señas de identidad” (p. 380) lo llevan a iniciar la búsqueda de su historia en base a fotos familiares, documentos, conversaciones con amigos y recortes periodísticos. La reconstrucción del pasado personal del protagonista está íntimamente ligada, y se realiza paralelamente, a una indagación en la historia contemporánea de España, constituyéndose así́ la búsqueda de la identidad de Álvaro y de España en los temas centrales de la novela:
«Merced a los documentos y pruebas atesorados en las carpetas podías desempolvar de tu memoria sucesos e incidentes que tiempo atrás hubieras dado por perdidos y que rescatados del olvido por medio de aquellos permitían iluminar no sólo tu biografía sino también facetas oscuras y reveladoras de la vida en España (juntamente personales y colectivos, públicos y pri-vados, conjugando de modo armonioso la búsqueda interior y el testimonio objetivo, la com-prensión íntima de ti mismo y el desenvolvimiento de la conciencia civil en los reinos de Tai-fas.»
La exploración en los distintos aspectos de la historia personal de Álvaro revela cómo a lo largo de su vida este personaje va rompiendo y cuestionando los valores que le inculcan su familia y su medio social y aquellos por los que posteriormente opta, pero que también terminan por decepcionarlo.

Reivindicación del Conde Don Julián (1970)
(Don Julián es un personaje semimítico de la Hispania visigoda, gobernador de Ceuta, ayudó a los invasores para su entrada en Hispania siendo esto el fin del reino visigodo. La causa pudo ser la violación de la hija de Don Julián por el rey visigodo Don Rodrigo en Toledo; así Don Julián había obrado por venganza).
Un narrador anónimo, desde Tánger, imagina la destrucción de la “España sagrada” de la cual se ha desterrado. Signo de disidencia se describen varias clases de transgresión cometidas contra la “esencia española”. Otra traición es la de tipo lingüístico, Don Julián participa en la destrucción de la cultura nacional esencialista, retirando bruscamente de la península todas las palabras de origen árabe y las cosas que representan: comidas, edificios, conceptos de arquitectura, innovaciones matemáticas y económicas. La puntuación y la organización de las frases se usan para comunicar un sentido de ruptura y desfamiliarización.

Para apreciar estos aspectos del lenguaje y la puntuación, puede leerse un pequeño fragmento del libro al final de estas reseñas.

Juan sin Tierra (1975)
Frente a una cultura "castiza" que el autor rechaza y hacia la cual se desata su odio, su imaginación lo lleva a reivindicar dos grupos humanos, geográficamente vecinos de la vieja cultura española, pero en ningún caso identificables plenamente con ella: el mundo de los esclavos negros en Cuba, en una Cuba que era todavía colonia de España, por una parte; y, por otra, el mundo árabe, que hizo ya su primera aparición en Don Julián. Pero, en realidad, todos estos viajes por el tiempo y el espacio no son sino viajes por el ingenio, la imaginación, y el rigor estilístico de JG. Se trata de una aventura mental: pero la mente del autor es una de las más fértiles que conocemos. Situaciones absurdas basadas en máquinas nunca vistas (como el Trono para Defecar, 

Paisaje después de la batalla (1982)
Según JG, «quizá una seudoautobiografía grotesca». Al menos, ese era desde el principio el propósito de un libro que intentaba, dice, «ponerme en tela de juicio a mí, al personaje, al lector». El resultado es la «primera novela de humor que escribo», dice el novelista, «un reflejo de la espantosa comicidad del género humano».
El personaje, el amanuense, es «un alter ego, que vive en mi barrio, y a lo mejor en mi casa. De hecho, el juego del libro está en la confusión entre el protagonista y el autor. No se sabe a quién pertenecen esas fantasías eróticas, o la obsesión por los grupos armados, consecuencia de una pasada y obsesiva militancia política. De hecho, este personaje, el amanuense, es un grafómano que ha enviado una serie de escritos, fantasías científicas, que efectivamente han sido publicadas con la firma de JG en El País, o una serie de cartas obscenas a los modelos infantiles del autor de Alicia en el País de las Maravillas que aparecieron en Liberation».

Las virtudes del pájaro solitario (1988)
Tema 1: la heterodoxia, referencia a San Juan de la Cruz, el protagonista es un lector, traductor y apólogo del “Cantar de los Cantares”, y por ello apresado, humillado y torturado por las fuerzas del orden y la ortodoxia.
Tema 2: epidemia que asola el mundo y obliga a un voluntario o forzoso aislamiento que se ha entendido como la aparición del sida, pero también podría equipararse con la heterodoxia.

La saga de los Marx (1993)
La saga de los Marx es un retrato de familia con historia o, si se quiere, el cuento de la historia a través de una familia, la de Karl Marx, filósofo superviviente de sí mismo, que asiste indignado al derrumbe de su ideología y al desprestigio de su pensamiento en las postrimerías del siglo XX. Juan Goytisolo confecciona un caleidoscopio en el que se funden pasado y presente, personas, hechos y discursos, en un atrevido empeño crítico que insiste en novelar la realidad desde la artimaña básica de que Marx y los suyos (incluidos sus enemigos históricos) siguen vivos y pensantes, aunque ya impotentes, mirando la televisión y constatando la caída del comunismo. O tal vez no...

El sitio de los sitios (1995)
El sitio de los sitios es una novela breve llena de juegos narrativos, de tradición cervantina, prosa pulida, con vocación rupturista hasta en detalles como la puntuación de las interrogativas, con cambios de registros menos marcados que en otras novelas suyas pero presentes igualmente, una obra de investigación y farsa libresca, metaficcional y poliédrica. Todo gira alrededor del levantamiento del cadáver de un supuesto español cuyo cuerpo desaparece tras haber fallecido a causa de un obús lanzado contra su hotel por los sitiadores de la ciudad. El comandante español que trabaja en la ciudad para la fuerza multinacional, considerada estéril y ambigua por los personajes de la tertulia políglota, se hará cargo de una investigación que depara múltiples incongruencias, sorpresas y coincidencias. 
La frágil silueta de una mujer atraviesa de rodillas la peligrosa «Avenida de los Francotiradores». Va muy despacio, esperando la muerte a cada paso. A continuación, un ciudadano español resulta alcanzado por un mortero en la habitación de su hotel. El comandante de la Fuerza Internacional de Interposición, prevenido, acude al lugar de los hechos para descubrir la desaparición del cadáver. Sólo un cuadernillo de poemas y varios relatos hallados en una maleta pueden ponerle sobre la buena pista. 

El sitio de los sitios es así una metáfora de todos los asedios: partiendo de la realidad de unas situaciones y escenas de violencia y desolación obsesivas, conduce gradualmente al lector a través de situaciones límite que se tejen y destejen en una estructura de sitios concéntricos. Como en un juego de espejos, la realidad adquiere plena significación en un discurso literario que transgrede cualquier género. 
Juan Goytisolo estuvo dos veces en Sarajevo durante los peores días del cerco: el horror e indignación de cuanto vio lo consumen aún, y tuvo que recurrir a la ficción para huir y curarse de las imágenes que a su vez le asediaban. «Solo desde la ficción podía contagiar a los lectores lo que yo sentía».

Fragmento de La reivindicación del conde Don Julián (1970)
«Vehículo de la traición, hermosa lengua mía : lenguaje pulido y cortante, ejército de alfanjes, idioma cruel y brusco! a mí, beduinos de pura sangre : guerreros que afrontáis diariamente la muerte con desdeñosa sonrisa, jinetes de labios ásperos, abultadas yugulares, rostro bárbaramente esculpido contemplad el tentador Estrecho con vuestros perspicaces ojos cetreros : la sucesión de olas blancas que impetuosamente galopan hacia la costa enemiga : crestadas de espuma, como sementales que relinchan con furia al zambullirse : playas ansiosas de Tarifa, roca impaciente de Gibraltar! hay que rescatar vuestro léxico : desguarnecer el viejo alcázar lingüístico : adueñarse de aquello que en puridad os pertenece : paralizar la circulación del lenguaje : chupar su savia : retirar las palabras una a una hasta que el exangüe y crepuscular edificio se derrumbe como un castillo de naipes y galopando con ellos en desenfrenada razzia saquearás los campos de algodón, algarrobo, alfalfa vaciarás aljibes y albercas, demolerás almacenes y dársenas, arruinarás alquerías y fondas, pillarás alcobas, alacenas, zaguanes cargarás con sofás, alfombras, jarros, almohadas devastarás las aldeas y sacrificarás los rebaños, despojarás a la ilusionada novia de su ajuar, a la dama aristócrata de sus alhajas, al rico estraperlista de su fulana, al hidalgo provecto de su alcurnia retirarás el ajedrez de los casinos, el alquitrán de las carreteras prohibirás alborozos y juergas, zalemas y albricias, abolirás las expansivas, eufóricas carcajadas el recio comensal de sanchopancesca glotonería que aborda su bien surtida mesa con un babador randado y, tras la oración de rigor, se dispone a catar los manjares que le sirven maestresalas y pajes, lo amenazarás con tu varilla de ballena, impuesto de la autoridad y el prestigio de tus severos diplomas lexicográficos no se ha de comer, señor carpeto, sino que es uso y costumbre en las otras ínsulas donde ya he morado: yo, señor, soy gramático, y miro por la pureza del idioma mucho más que por mi vida, estudiando de noche y de día y tanteando la complexión del carpeto para acertar a curarle cuando cayere enfermo : y lo principal que hago es asistir a sus comidas y cenas, y dejarle comer de lo que me parece castizo y quitarle cuanto etimológicamente es extraño : y así mando quitarle estos entremeses porque contienen arroz y aceitunas, y aquellos guisos por ver en ellos alubias, berenjenas y zanahorias desa manera, aquel plato de perdices que están allí dispuestas, y, a mi parecer bien sazonadas, no me harán algún daño ésas no comerá el señor carpeto en tanto que yo tuviere vida pues, por qué porque son en adobo y han sido condimentadas con azafrán si eso es así, vea el señor gramático de cuantos manjares hay en esta mesa cuál me hará más provecho y cuál menos daño y déjeme comer dél sin que me le apalee, porque por mi vida de carpeto, y así Dios me le deje gozar, que me muero de hambre, y el negarme la comida, aunque le pese al señor gramático y el más me diga, antes será quitarme la vida que aumentármela vuesa merced tiene razón, señor carpeto : y así me parece que vuesa merced no coma de aquellos conejos guisados que allí están, porque van guarnecidos de alcachofa : de aquella ternera, porque ha sido aderezada con espinaca aquel platonazo que está más adelante vahando me parece que es olla podrida, que por la diversidad de cosas que en tales ollas podridas hay no podrá dejar de topar con alguna que me sea de gusto y provecho ábsit! : vaya lejos de nosotros tan mal pensamiento! : no hay cosa peor en el mundo que una olla podrida con albóndigas y unas gotas de aceite : y respecto a los postres de vuesa merced ni uno siquiera le puedo autorizar : el flan, a causa del caramelo : el helado, por contener azúcar : la macedonia, por el jarabe : el cuanto al exquisito sorbete que acaban de servir a vuesa merced, la duda ofende : es etimológicamente foráneo y, abandonando al carpeto en la plena y solemne posesión de su hambre, galoparás de nuevo por el próspero y floreciente reino de la Paz, el Desarrollo y el Orden y provocarás catástrofes financieras y desastres bursátiles mediante la brusca supresión de aranceles y tarifas, la abrogación inesperada y radical de todas las barreras de aduana a los comerciantes que miden y pesan los dejarás sin fanegas, quintales, arrobas, azumbres, quilates privarás de álgebra a las escuelas y a las contabilidades de cifras y galoparás y galoparás e incorporarás a tus huestes alguaciles y alféreces, almirantes y alcaldes requisarás las bebidas alcohólicas despoblarás las construcciones de albañiles derribarás tabiques, secarás acequias, motivarás infecciones y epidemias al desbaratar el arduo, laborioso sistema de alcantarillas y galoparás y galoparás sin tregua por el vasto y asolado país, y cuando la ruina sea completa y la bancarrota absoluta, te pararás frente al mapa de la Península y apuntarás aún con tu varilla de ballena ah, se me pasaba : y quíteme de ahí ese Guad-el-Kebir y no olvides el olé: »

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