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CARRUSEL 2023-24

viernes, 11 de diciembre de 2020

El día de la lechuza

 Sesión virtual del Club de Lectura abierta el 11 de diciembre de 2020,

por confinamiento debido al COVID-19


Obra: El día de la lechuza
Autor: Leonardo Sciascia
Presenta: Lola Acosta


Leonardo Sciascia. Biografía

Nació en 1921, Hijo menor del administrador de una azufrera, Leonardo Sciascia estudió magisterio en Caltanissetta (Sicilia) y dedicó parte de su vida a la enseñanza (en Racalmuto entre 1949 y 1957, y en Caltanissetta desde 1957 a 1969). Publicó su primer libro en 1956, Las parroquias de Regalpetra, una narración aparentemente neorrealista, en realidad autobiográfica y ensayística ambientada en un pueblo siciliano, trasunto claro de Racalmuto.

Después de su jubilación anticipada en 1970, ejerció el periodismo (Corriere della Sera), junto con la práctica de la literatura y la enseñanza hasta convertirse en uno de los novelistas italianos más importantes del siglo XX. Simpatizó con el Partido Comunista Italiano del que acabaría apartándose para adoptar una posición independiente, lo mismo le pasó con el Partido Radical. En efecto, fue elegido en 1975 por la lista comunista como concejal de la ciudad de Palermo, pero dimitió dos años más tarde; luego fue elegido diputado europeo y diputado al congreso italiano (1979-1983) por el Partido Radical de Marco Panella.

Formó parte de la comisión de investigación sobre el secuestro y asesinato de Aldo Moro, sobre el que escribió El Caso Moro (1978). Falleció de cáncer en Palermo (1989). Todo ello le valdría un amplio reconocimiento y estima, hasta el punto de que escritores, políticos y público en general lo consideraran "conciencia crítica de Italia" por su implacable denuncia de la corrupción política y de la violencia mafiosa.

Los temas de sus obras
Sicilia y los sicilianos están presentes en la mayoría de sus obras, traducidas a numerosos idiomas. Sciascia legó su interpretación del mundo y de los grandes interrogantes de la humanidad a través de su "sicilianidad", no en vano la mayor parte de sus novelas están ambientadas en esta isla mediterránea.

Publicó en 1961 su primera novela policiaca sobre la mafia, El día de la lechuza. Otras obras de la misma temática son A cada cual lo suyo (1966). El archivo de Egipto donde describió Sicilia a finales del siglo XVIII. En el último decenio publicó un buen número de novelas breves de gran intensidad: El teatro de la memoria, 1912+1, La bruja y el capitán, Puertas abiertas, El caballero y la muerte y Una historia sencilla.

Destacó particularmente por sus retratos del poder político italiano, reflejando la complejidad de sus implicaciones con el mundo empresarial y su penetración en la cultura y la sociedad italianas. Buen ejemplo de ello fue su obra Todo modo (1974).

Sicilia


Sicilia es el punto de partida de las creaciones de Leonardo Sciascia. Cuando en una entrevista se le preguntó a Leonardo Sciascia quién era, contestó: "uno, ninguno y cien mil", éste es el título de una célebre novela de Pirandello, porque hay mucho que une a Sciascia y Pirandello, a pesar de la diferencia generacional que los separan, y es un modo de ser, la "insularidad", la sicilianidad. Como dice Sciascia, una "insularidad vencida", a diferencia de la insularidad victoriosa de Inglaterra. Sicilia marca profundamente a todos sus escritores y artistas —desde Giovanni Verga y Pirandello, a Tomasi di Lampedusa, Brancati, Sciascia, etc.—, ligados a ella por una relación de amor-odio, de insatisfacción por su realidad histórica, fruto de las diversas estratificaciones culturales que se han alternado y condensado en la isla: culturas como: la griega, la latina, la árabe, la normanda, la española, hasta, incluso, esa unidad italiana hacia la cual han manifestado su rechazo los movimientos separatistas del siglo XIX y de la segunda posguerra mundial del siglo XX.

Durante largo periodo de tiempo se había querido crear la apariencia de una uniformidad italiana inexistente, pero esto habría llevado consigo que los pequeños estados que conformaban a Italia antes de su unidad en el siglo XIX hubieran tenido que desaparecer en la nación, los dialectos en la lengua literaria y, Sicilia es la región que más activamente ha resistido a esa manipulación de la historia y de la libertad, y ha demostrado que vive una vida con carácter nacional propio más que regional, manteniendo una independencia espiritual manifiesta. Sin embargo, el inmovilismo político siciliano, su arcaica y sofocante estructura social, su atraso económico y, la mafia siempre omnipotente, provocan el fenómeno impresionante de la deserción al Norte de sus trabajadores, paralela al abandono de sus intelectuales que se van al "continente". Hay que añadir que Italia recibió y sigue recibiendo de Sicilia y del sur de la península la mayoría de sus intelectuales.

Guerra fría, secuestro y asesinato de Aldo Moro


Considero de interés incluir aquí el enlace sobre el político, presidente de la República Aldo Moro, con cuyo partido Leonardo Sciascia colaboró, a favor de una labor unificadora, integrante de los diferentes partidos en Democracia Cristiana Italiana y el llamado Compromiso Histórico, pero fue impedido por el secuestro y asesinato de Aldo Moro, se insinúa el poder de la mafia y la probable implicación de los servicios de inteligencia internacionales C.I.A. y servicios de inteligencia europeos siendo el ejecutor probado Mario Moretti y Las Brigadas Rojas , años más tarde se especularía sobre la verdadera autoría del asesinato de Aldo Moro. No son pocos los que insinúan que detrás de aquella acción podría haber estado la organización paramilitar conservadora Operación Gladio, fundada en los años 50 con objetivo de impedir el acceso al gobierno italiano del Partido Comunista.





EL DÍA DE LA LECHUZA
Il Giorno della Civetta: terminada en 1960 y publicada por primera vez en 1961 por la editorial Einaudi.
La historia está inspirada en el asesinato de Accursio Miraglia, un sindicalista comunista, que tuvo lugar en Sciacca (Ciudad del sur de Sicilia) en enero de 1947 por la mafia de la Cosa Nostra.

Sciascia ya había comenzado a escribir sobre la mafia en 1957 al revisar el libro de Renato Candida, comandante de los carabinieri en Agrigento, quien se inspiró en el personaje del Capitán Bellodi, el protagonista de la novela. 

Sciascia en la primera edición declaraba la verdad implícita en la ficción de la novela escrita en una libertad no plena, pero significativa hacia una literatura que hasta ese momento había proporcionado una representación apologética de la mafia y de una sociedad que, en los órganos políticos y de información, incluso negaba su existencia. (Se pretendía hacer creer que esta organización era de tipo esotérico, tipo Los Rosacruces).

La novela nos habla de un pueblo de Sicilia, y de un crimen que se comete en la plaza mayor, cuando había cincuenta personas subidas al autobús y todos lo vieron por la ventanilla. Sin embargo, nadie recuerda nada, y el jefe de carabineros, llegado de Parma, trata de romper ese implícito pacto de silencio de los sicilianos echando mano de toda clase de artimañas.

La novela evoluciona hacia la repercusión en las altas esferas y a medida que asciende el asunto, éste va cobrando otra clase de tintes.

Trama
Salvatore Colasberna, presidente de una pequeña empresa de construcción llamada Santa Fara, muere asesinado en la Piazza Garibaldi cuando se va a subir al autobús de Palermo.

Cuando llegan los carabineros, los pasajeros se van alejando poco a poco, a escondidas, el autobús se queda vacío y sólo quedan el conductor y el revisor, que dicen no reconocer al muerto y no recuerdan quiénes eran los pasajeros. El vendedor de tortas, que estaba en el suelo en el momento del crimen, tampoco él sabe nada y, de hecho, dice que ni siquiera oyó el disparo.

Las investigaciones están encomendadas al Capitán Bellodi, comandante de la compañía de C. de Emilia de Parma, ex partisano, destinado a convertirse en abogado, pero que había permanecido de servicio en el Ejército debido a sus altos ideales y desconocedor del clima de silencio que caracteriza a Sicilia y sus habitantes, actuando, por tanto, de un modo legal intentando resolver dos crímenes relacionados con este asunto de Colasberna (actuaciones de la mafia). 

La trama mafiosa implicada en este asunto por cuestiones de competencia entre diversas empresas, cuenta con relaciones importantes con un diputado de Estado italiano, el onorevole, quien consigue que trasladen a Bellodi, por los problemas que está creando al calificar el asesinato de Colasberna de asesinato mafioso, con pruebas y desmontando todo el entramado de la Cosa nostra.

Una galería de personajes representantes de los diferentes estatus y, sobre todo, de la forma tradicional de pensar y actuar conforme a unos cánones de la sociedad siciliana y de la política nacional, repleta de “asuntos” turbios se nos va revelando y Sciascia nos lo relata de forma muy aclaratoria en El día de la lechuza.

Hay varios fragmentos en la historia que llaman poderosamente la atención y están relacionados tanto en el lenguaje como en la forma del pensamiento siciliano: Sciascia hace pronunciar a Don Mariano la frase que contiene la expresión idiomática "quaquaraquà", destinada a hacerse famosa y a conectar en la cultura popular al mundo mafioso y a los conceptos que lo rigen:

Tengo una cierta práctica del mundo; y lo que decimos humanidad, y nos llenamos la boca para decir humanidad, hermosa palabra llena de viento, la divido en cinco categorías: hombres, mitad hombres, homínidos, (con respeto hablando) pigliainculo y quaquaraquà ... Muy pocos hombres; los mitad hombres pocos, porque me contentaría con la humanidad si se detuviera en los mitad hombres ... Pero no, baja aún más, a los hombrecitos: que son como niños que se creen adultos, monos que hacen los mismos movimientos que los adultos ... E incluso más abajo: los pigliainculo, que se están convirtiendo en ejército ... Y finalmente el quaquaraquà: que deberían vivir como patos en charcos, porque su vida no tiene más sentido y no más expresión que la de los patos ... Ella, aunque me clave en estas cartas como un Cristo, eres un hombre ... "
Son las palabras que Don Mariano Arena dirige al Capitán Bellodi cuando lo está deteniendo.

Pero finalmente, todo el expediente llevado a cabo por el capitán Bellodi queda zanjado cuando los poderes fácticos sacan a Arena de la cárcel y hacen creer que el asesinato de Colasberna y el de Nicolosi, ha sido un asunto de celos.

Todo el entramado mafioso local, y en parte, nacional, se encarga de protegerse a sí mismo valiéndose de diversas escaramuzas y medios de comunicación que hacen que el castillo probatorio quede desmantelado gracias a una coartada de hierro construida por personalidades muy importantes, de políticos interesados en proteger a los suyos. Finalmente, Bellodi fue trasladado al norte.

Encontramos fragmentos realmente indignantes, especialmente, en cuanto al trato de las mujeres se refiere.

Con sus pensamientos y con su última declaración, Bellodi cierra la novela:

«[...] se sentía convaleciente: muy sensible, tierno, hambriento. Al diablo con Sicilia, al diablo con todo". Llegó a casa alrededor de la medianoche, atravesando toda la ciudad a pie. Parma estaba hechizada d nieve, silenciosa, desierta. "En Sicilia, las nevadas son raras", pensó, y que quizás el carácter de las civilizaciones venía dado por la nieve o por el sol, según predominasen nieve o el sol. Se sentía un poco confuso. Pero antes de llegar a casa, sabía lúcidamente que amaba Sicilia y que volvería.

"Aunque me deje la piel" -dijo en voz alta.

La Nota de 1972 escrita al final del libro, explica el propósito del trabajo
En 1972 Sciascia adjuntó una Nota al texto, con motivo de la edición einaudiana que ese año se publicó en la serie «Lecturas para la escuela media». El breve apéndice recuerda cómo en 1960, año en que se redactó la obra, el gobierno negó la existencia de la mafia, a pesar de que existían documentos que acreditaban su presencia. "La investigación parlamentaria sobre las condiciones económicas y sociales de Sicilia (1875) y la paralela, realizada por iniciativa propia por dos jóvenes académicos, Leopoldo Franchetti y Sidney Sonnino", los ensayos de Napoleone Colajanni y la acción del prefecto Cesare Mori - quien en los veinte años que no había escatimado métodos drásticos para erradicar el fenómeno, proporcionaron una descripción clara.

El lenguaje en El día de la lechuza
Se trata de una obra de un lenguaje sencillo y comprensible para todos, cuya mayor dificultad podría residir en conseguir identificar y no confundir a la diversidad de personajes de nombres diferentes con apodos parecidos, apodos sicilianos con sufijo en iedu, idu uco etta que se suelen corresponder con hombrecillos que para conseguir algo de influencia se valen de artimañas como “ser confidente”, “tener un amigo diputado” y que, como toda la sociedad siciliana, viven en sus carnes la estructura y el entramado social que el pueblo impone.

A pesar de esa claridad y sencillez y contenido político- social, la obra puede presumir de una profundidad humanidad filosófica y sentido común.

Dialectalismos en la obra de Sciascia
Hay una serie de términos dialectales en la obra de Sciascia, que se corresponden con frases hechas, enunciados de carácter sentencioso, de estructura fija que brota del ingenio y de la sabiduría del pueblo. Pertenecen a la mafia tradicional siciliana, basada en las reglas de honor, familia, en las costumbres y arraigadas a la tierra siciliana. 

La acción mafiosa está repleta elementos culturales muy arraigados en las tradiciones: el honor, la amistad, la exaltación de la violencia como instrumento de ascenso social, la "omertá" y la capacidad de venganza. Éstos son algunos de los valores básicos que guían el comportamiento de un uomo d'onore y constituyen un sistema de normas no escritas que se utilizan para juzgar las acciones de los individuos. Implícito en el lenguaje y explícitamente contado en la historia de la obra y que quedan reflejados en El día de la lechuza.

Relaciono a continuación algunas palabras y frases que nos permiten comprobar hasta qué punto lenguaje y pensamiento están imbricados el uno en el otro, de modo tal que son en sí mismos la descripción de la cultura siciliana (especialmente lo que ellos llaman refranes).

Lupara, milite, coshe, guardianía, continental (Referido a una persona que vive al norte de Sicilia y expresada en la obra en un momento que indica alivio y desprecio al mismo tiempo)

La muerte no es nada comparada con la vergüenza.

Campiña blanca, simiente negra: el hombre que la hace, siempre la piensa.

Cómo se desahogan en esta tierra con cartas anónimas. Todos escriben, se olvidan de firmar, pero escriben. 

Hay gente que nunca duerme.

Tenemos la esperanza que el onorevole le haga comer polenta.

A nivel literario, todavía no existía ningún libro que revelara los mecanismos de la mafia y los modos de acción de la organización criminal. Se había publicado una comedia en dialecto, I mafiusi di la Vicarìa (coescrita por Gaspare Mosca y Giuseppe Rizzotto), mientras que el anglicista Giovanni Alfredo Cesareo había escrito un texto en el idioma titulado Mafia para el teatro. Sin embargo, se trataba de trabajos que analizaban a la mafia considerando solo su impacto en la burguesía, en términos de "una visión de la vida, una regla de comportamiento, una forma de realizar la justicia, de administrarla, fuera de las leyes y organismos estatales".

Por tanto, era urgente trabajar en literatura un texto que antepusiera al Estado a los hechos consumados, una historia que revelara el drama del fenómeno a toda Italia, para que a través de la trama de un libro el problema adquiriera relevancia política y estuviera a la vista de todos. 

El porqué de mi propuesta
Como siempre, es un placer leer a Sciascia, uno de eso escritores sagaces, observadores, perspicaces por naturaleza y por la experiencia recibida de un entorno donde la verdad es una especie de juego de niños al que a veces se juega, pero en el que nunca se cree.

Considero a Leonardo Sciascia un gran escritor del siglo veinte, vinculado, en cierto modo a la historia de Europa y con valor y voluntad suficientes para escribir a favor de la libertad.

También me parecía un libro que podía suscitar el interés de nuestros lectores dada la condición humana, histórica, y sociológica del mismo, todo incluido en un sólo libro de ciento y pico páginas de letra gorda, que ha valido mi más sincera recomendación.

Para mí es siempre un placer leer a los italianos en la propia lengua, me interesan la lengua y cultura italianas, no en vano he realizado proyectos escolares con compañeros de allí mismo, de Bivona, junto a Caltanissetta, Racalmuto, Agrigento y Sciacca (Pienso que esta historia, situada en un pueblo de cuyo nombre no quiere hacerse mención, pues tan sólo aparece con una S, se desarrolla en Sciacca, preciosa ciudad balneario muy recomendable).

…Otro día os contaré los tiroteos que oí a lo lejos, desde Corleone.
Espero que hayáis disfrutado del libro.

LOLA ACOSTA


 











5 comentarios:

  1. Manuel Mellado Torres12 de diciembre de 2020, 20:26

    Libro muy entretenido y fácil de leer, salvo la memorización de los personajes que aparecen todos en tropel al principio de la novela.

    Aunque la trama principal es el descubrimiento de un misterio (asesinato), como efecto secundario se muestra, cómo, en cualquier sociedad, un grupo de poder (en este caso la Mafia) puede enquistarse en el núcleo del colectivo ciudadano, de tal forma que una vez conseguida la compra de los poderes políticos, policiales y judiciales ya es prácticamente imposible eliminarlo.

    La novela muestra unas víctimas deshumanizadas por los asesinos, como en gran parte de las matanzas, con lo que se consigue una cierta aprobación por parte de los ciudadanos afines a los criminales e, incluso, la aceptación por el resto de la población.

    El diálogo entre el capitán Bellodi y el mafioso Mariano Arena hay que leerlo despacio porque merece la pena no perderse los detalles. Me recuerda mucho a otra discusión en el mismo tono sosegado, pero profundo (de poder a poder, se podría decir) entre los dos personajes principales de la novela Todo Modo del mismo autor.

    Aunque no recuerdo bien la película del mismo título, en la novela el personaje de Rosa Nicolosi es puramente tangencial, cuando en la película es una protagonista. Claro, era Claudia Cardinale.

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  2. Gracias, Lola, por tu propuesta y tu presentación.
    Sciascia me parece un autor importante en la literatura italiana del siglo XX, al que conocía por otras obras como "Cándido o Un sueño siciliano" o "Todo modo". Se le considera la conciencia crítica de Italia, y eso lo podemos constatar en "El día de la lechuza" en la que, mezclando géneros como la novela policíaca y la crítica social y política, nos adentra en el tema de la mafia y sus conexiones con los poderes del Estado.
    Es la primera vez que escribe sobre la mafia y, aunque el propio autor confiesa en su nota al final que "adelgazó" el texto original para evitarse algunos problemas, sin embargo, sabe poner en evidencia ante el lector las formas de comportamiento de la mafia, sin perder esa carga crítica que tienen todas sus obras.
    Sciascia hace un tipo de literatura comprometida, no en vano él se posicionó políticamente de forma activa.
    Hay un cierto pesimismo e impotencia en el final del libro: la anécdota del médico de la cárcel me parece muy ilustrativa. A pesar de todo, el protagonista, Bellodi, confiesa su amor por Sicilia, en realidad, el amor de Leonardo Sciascia por su tierra.
    Sin excesos retóricos. Interesante.
    Un abrazo. Carmen Guillén

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  3. Ha sido un verdadero placer reencontrarme con Sciascia en "El día de la lechuza".

    Hará unos cuarenta años que me encontré con él en la lectura de "El Consejo de Egipto" ("El archivo de Egipto", según otras versiones) que me cautivó; después siguieron "Todo modo", "El caballero y la muerte" y "La desaparición de Majorana".

    Me gustó mucho y me sigue encantando su escritura sosegada y profunda; dice mucho y con mucha sustancia con muy pocas palabras, un logro nada fácil de alcanzar. Un buen ejemplo ya lo ha señalado Manolo: el diálogo de Bellodi con Arena o el del anónimo protagonista con el padre Gaetano en "Todo Modo".

    Aprecio la forma en que Sciascia se sirve bien de fina ironía, bien de crudo sarcasmo, para ilustrar el fracaso que nos aguarda si osamos enfrentarnos a cualquiera de las variadas formas de manifestación del poder, independientemente del sujeto que lo ejercite, ya sea la Mafia, la Iglesia, la aristocracia, la autoridad política, el capital …

    «Criticar es amar» reza un lema revolucionario que aún ahora se puede leer en las calles de las ciudades de Cuba. Sciascia expone y disecciona los males de su patria, Sicilia y también Italia, pero tampoco oculta su amor por ella y lo hace con serenidad y hondura, sin dejar de señalar cuál es su postura moral; es intenso el aliento ético que se respira en sus páginas.

    Como muy bien dice Carmen, «hay un cierto pesimismo e impotencia» en el final de "El día de la lechuza", como también está presente en otras de sus obras. Los acontecimientos posteriores, desgraciadamente, han venido a confirmar que su pesimismo estaba plenamente justificado. El asesinato de Aldo Moro en 1978 (Sciascia formó parte de la Comisión parlamentaria de investigación) cuya autoría intelectual sigue siendo una incógnita, en sólo una página —atroz, por supuesto— de las muchas que configuran la trágica vida política y social que ha venido soportando Italia (también nosotros vamos padeciendo lo nuestro). Sciascia murió en 1989, tres años después fueron asesinados el juez Giovanni Falcone y su colaborador Paolo Borselino —verdaderos paladines en la lucha contra la Mafia—. Roberto Saviano, a partir de la publicación de "Gomorra", tiene que vivir en una especie de exilio incógnito.

    Así pues, sobran motivos para no ser optimista.

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    1. JOSE LUIS
      Gracias Lola por tu detallada presentación.
      Obra donde se realiza una profunda crítica de ese mundo regido por la Mafia y de todos los engranajes en los que se sustenta, todo ello a través de una minuciosa investigación policial que está condenada al fracaso de antemano.
      Del relato se desprende un halo pesimista o tal vez sería más exacto decir realista. Es un escrito comprometido, crítico con ese mundo siciliano, en el que impera el miedo y la resignación; pese a todo ello, el autor manifiesta su cariño por esa tierra.
      Libro de fácil lectura, toda él escrito en una prosa profunda, sentida, poética y cuidada, muy agradable de leer.

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  4. Gracias Lola, ha sido muy interesante la lectura de esta novela policíaca y crítica, refleja muy bien el ambiente de temor que se ha vivido en esa zona, y otras muchas de una Italia, que se ha visto invadida por la corrupción manejada desde los grupos mafiosos.

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