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jueves, 16 de enero de 2014

Noticias del Taller de Escritura: El villano (el malo malísimo) y el detective

Publicamos seguidamente un resumen comentado sobre dos tipos de protagonistas, el villano (el 'malo malísimo') y uno de sus antagonistas, el 'detective bueno y listo', preparado por nuestro compañero Andrés Hueso.




El Villano en la Wikipedia

Un villano es una persona malvada, especialmente en la ficción. Los villanos son personajes de ficción, o quizá personajes novelados, en dramas y melodramas que ejercen la maldad deliberadamente y que se enfrentan al héroe. Como tales, los villanos son un recurso argumental casi inevitable, y más que los héroes, elementos cruciales sobre los que gira la trama.


Orígenes del término

La etimología de la palabra deriva del inglés villain y ésta a su vez del latín moderno villanus que significa siervo o campesino, alguien que está atado a la tierra de una villa, es decir que trabajaba en el equivalente a una plantación en la antigüedad, por ejemplo en Italia o la Galia. La pobreza entonces se equiparaba a la corrupción moral: los villanos tenían que trabajarse su ascenso en la escala social. Por esto normalmente la palabra villano sugiere que los ardides del villano proceden de su propia indiferencia moral o de la perversidad del personaje.

Los supervillanos se encuentran en los ambientes melodramáticos de los cómics de superhéroes, donde se necesita una persona malvada con superpoderes como contraste digno de los poderosos héroes. Estos supervillanos suelen tener papeles repetitivos, y algunos villanos de la literatura más terrenal se han hecho tan populares que también han sido reutilizado en obras posteriores.


Estereotipos

Hay muchos estereotipos sobre los villanos. Una caricatura de un cliché común sobre los villanos puede verse arriba a la derecha de este artículo. En la era del cine mudo, los villanos tenían que parecer muy siniestros «visualmente», y así nacieron muchos estereotipos sobre ellos. Los personajes Boris Badenov, Natasha Fatale y Snidely Whiplash de Rocky y Bullwinkle, así como el personaje de Hanna-Barbera llamado Pierre Nodoyuna, son parodias ampliamente conocidas de esta clase de arquetipo.

Estos estereotipos incluyen ropa negra (con frecuencia bastante formal: capa, sombrero alto, etcétera), pelo facial, rasgos afilados, y una expresión facial perpetuamente «enfadada». Otros estereotipos villanescos incluyen la costumbre de la «risa malvada», una voz estirada y aduladora, y un arrogante exceso de confianza en sí mismo que le lleva a explicar innecesariamente sus siniestros planes. También existe el estereotipo contrario del villano hermoso que se parece a un héroe, pero cuya personalidad y actitud revelan una naturaleza diabólica. Dicho estereotipo pasó a ser muy conocido tras la Segunda Guerra Mundial cuando el Holocausto fue revelado, surgiendo el popular villano que refleja el ideal nazi rubio y de ojos azules, cuya belleza esconde un arrogante sentido de superioridad y viles ambiciones de hacer sufrir a sus «inferiores». El villano rubio de ojos azules ha derivado recientemente en un extraño estereotipo, el albino malvado, un villano que muestra varios rasgos físico normalmente asociados con el albinismo (como piel blanca, pelo rubio platino y ojos azules o rojos) aunque no necesariamente tenga tal condición.

En la ópera y el teatro musical, el villano o la villana suelen ser interpretados por un barítono o una mezzosoprano.


Edad Media

En la época del feudalismo, el villano era un descendente de campesinos libres, diferenciándose así del siervo, y en tal condición podían dejar el feudo si lo quisiese. Tal como los siervos, los villanos debían pagar a los señores un tributo señorial así como cumplir con la corvea.

En el Portugal medieval, el término "villano" principalmente se refería a un ciudadano de una ciudad o villa o municipio, sin pertenecer a la nobleza. Los villanos con condiciones económicas o sociales más elevadas, a veces ascendían al estatus de caballeros-villanos, estando entonces obligados a poseer caballos para combatir como caballeros a la orden del rey, integrando lo que entonces se llamaban huestes.

Narratología

En narratología y estudios de análisis e interpretación de obras literarias y de argumentos, un villano es la encarnación del mal tanto en relatos históricos como en trabajos de ficción. Los villanos cumplen el papel de antagonista ante el héroe/protagonista.

El villano generalmente es una figura poco simpática, que utiliza sus habilidades con el objetivo de perjudicar a alguien o conseguir algo que desea, utilizando a estos efectos recursos deshonestos que lindan con la ilegalidad. Muchas veces estos personajes desarrollan planes más o menos elaborados, los que son explicados a lo largo de la trama, y los que normalmente perjudican o intentan perjudicar al protagonista y a la propia sociedad. Y generalmente y a efectos de presentar un desenlace aceptable para todo el público o la mayoría, el villano ve sus planes arruinados, en muchos casos gracias a la valentía y el heroísmo del personaje principal.


El Villano en la R.A.E.

villano, na.

(Del b. lat. villanus, y este del lat. villa, casa de campo).

1. adj. Vecino o habitador del estado llano en una villa o aldea, a distinción de noble o hidalgo. U. t. c. s.

2. adj. Rústico o descortés.

3. adj. Ruin, indigno o indecoroso.

4. (Porque tendían a imitar los cantares y bailes rústicos). m. Tañido y baile españoles comunes en los siglos XVI y XVII.

el ~ en su rincón.

1. m. coloq. Hombre muy retirado y poco tratable.


El Villano en el Teatro Barroco español de los siglos de oro.

En el “Arte nuevo de hacer comedias” de Lope de Vega, se fijan las características de ese nuevo teatro. Entre ellas constan los personajes cuyos tipos se irán repitiendo en todas las obras: El Rey, que encarna la justicia, el Poderoso (noble), que rompe la armonía y al que la pasión  amorosa le hace cometer injusticias y recibe el castigo real y finalmente se arrepiente (ya que la nobleza no podía ser vilipendiada hasta el final), el Caballero al que le corresponde la defensa de la honra y el Villano que es un campesino rico de “sangre limpia” y con conciencia de su dignidad y sentimiento de honra.

Vemos pues como en nuestra historia literaria, el concepto de villano ha sido diferente de lo que la evolución posterior nos ha dejado en la cabeza.


De aquí y allá: perfil del 'malo malísimo'.

Abandono en mis comentarios la denominación de “villano”, por lo expuesto en el párrafo anterior, aunque en la mayor parte de las referencias siguientes, ésta será la forma habitual en la que se le nombre.

Lógicamente el malo malísimo ha visto evolucionado su perfil, muy pujante y específico en la época romántica, cuando los folletines triunfaban. El malo malísimo era una especie de encarnación del demonio, contra la moral, la virtud, la castidad y la decencia; virtudes estas asociadas normalmente a los personajes de extracción sencilla y humilde, que veían atropelladas sus vidas, expectativas y salud por las amenazas y artimañas del malo.


Pero el abanico es muy amplio:

En Dumas, el malo malísimo está encarnado por Richelieu. En Los tres mosqueteros describe al cardenal como un ministro codicioso y hambriento de poder. Las diversas adaptaciones de esta obra han dado unos personajes aún más deformados, como la película de 1993, que le muestra como un villano de cuento, sin ningún rasgo favorable

En Eugenio Sue el malo malísimo en la Compañía de Jesús. En el Judío errante. los muy nobles seguidores de San Ignacio de Loyola son mostrados como una oscura y oculta secta en la sombra, cuyo objetivo es el dominio del planeta, y que cuentan con espías y miembros infiltrados en todos los estratos sociales y de gobierno. El motor de la narración son los tejemanejes del mortal jesuita que intenta la muerte de sus enemigos de forma tan sutil como artera. Sue no es precisamente un estilista, sus “malos” (quizá lo mejor del libro) son de una perfidia tan esmerada y perfecta que acaban por convertirse en simpáticos, más si los comparamos con los muy aburridos y estúpidos “buenos” que acaban estragando y que deseamos que desaparezcan lo más rápido y dolorosamente posible de la escena. Como decía, Sue no es un artista delicado, que un asesino thug de la India sea uno de los ayudantes de los jesuitas y que, al final del libro, convenga en que esta orden y su Dios son más terribles que la suya y el poder de Kali, da un idea de por dónde van los tiros.

En la época victoriana, A.C. Doyle se inventa a Moriarty, para hacerle la vida interesante a Sherlock Holmes. El profesor Moriarty es un matemático sin par que goza de excelente reputación social, aunque no es dado a llamar la atención en público. Sin embargo, bajo esta apariencia se esconde la mayor mente criminal de la Europa de su época. Moriarty dirige en la sombra un complejo sindicato internacional del crimen a través del no menos esquivo y discreto Coronel Sebastian Moran. Sherlock Holmes llama a Moriarty el ‘Napoleón del crimen’ o ‘Una araña en el centro de una gigantesca red del crimen y solo él sabe cómo se mueve cada hilo de su red’. Fue creado como el único rival capaz de acabar con el excéntrico detective Sherlock Holmes, cuando Doyle, cansado del personaje, decidió darle una muerte digna frente a tan excepcional enemigo. La publicación del relato en el que el gran enemigo de Holmes, el profesor Moriarty, moría junto con Holmes en las Cataratas de Reichenbach, por una trágica caída, provocó un aluvión de quejas y reclamaciones


En nuestra literatura podríamos incluir, aunque con reservas, en estos perfiles a la madre del magistral de Vetusta en La Regenta. Y parecidamente a la madre del ‘boticarito’ que aspira al matrimonio con Fortunata, en Fortunata y Jacinta.


Viniendo a momentos mucho más actuales, podemos encontrar descripciones de malos malísimos, obtenidas de acontecimientos banales, como lo siguiente:

No se permitió ni un solo segundo para complacerse. Ni una fugaz sonrisa. Sabía que había obtenido una ventaja táctica y su única obsesión en ese momento era aprovecharla. En medio de la confusión y el griterío, se aisló lo que pudo y mesándose la rala pero cuidada barba, aspiró profundamente. ¿Cuál sería el siguiente movimiento? De repente, lo vio claro y llamó a gritos a uno de los suyos. De los importantes. Y allí mismo, empezó --concentrado-- a darle las instrucciones mientras su pupilo atendía. Justo en ese momento, el otro (ese otro), siempre en su papel, se acercó despacio, sigiloso, por detrás. Y pertrechado por una torcida risa en su rictus y una mirada cargada de indigna suficiencia en sus ojos, irrumpió en la conversación de maestro y pupilo. Y según cuenta la leyenda, les espetó aquello de "pensáis que esto ha terminado, pero no es así. Falta mucho". Y siguió su camino, tranquilo y con semblante risueño... El villano perfecto. El que genera temor por su frialdad. El que aúna desprecio y respeto al mismo tiempo. Nunca se da por vencido, no se rinde si no es a fuego. Vamos, un malo de novela.

Lo anterior es un extracto de un artículo de El Periódico de Extremadura (20-12-2013) y se refiere a un sucedido durante el partido de futbol Barcelona-Inter 2010. Los personajes son Guardiola y Mourinho y acababa de ser expulsado un jugador del Inter.


En los últimos decenios, la ciencia ficción primero, seguida del cómic y actualmente el género fantástico, transferidos con notable éxito al cine, han desarrollado modelos de malos malísimos remarcables y con muy diferentes características, aunque con una condición común: su existencia es indispensable para la propia existencia del héroe al que se contraponen.

Ciencia Ficción o género fantástico:

En Dune de Frank Herbert, Paul Atreides no sería nadie sin la oposición de los Harkonen.

En El Hobit primero y El Señor de los anillos, después, ni Bilbo ni Frodo Bolsón, conseguirían sus propósitos sin la existencia de Semeagol (esencial tanto en el desarrollo de las historias como en su final, como todos sabemos) y Saurón.

Aún más actual en la saga Canción de Hielo y Fuego de George R.R.Martín (Juego de Tronos), la trama se sustenta en la existencia y acción decisiva de los Lannister, como también se refleja en la exitosa serie de la HBO.

Cómic:

Lex Lhutor, contra Superman. Luthor es representado, en muchos sentidos, como el inverso de Superman: carece de poderes sobrehumanos de cualquier tipo, no tiene identidad secreta, su poder se basa en su dinero e inteligencia, es terriblemente orgulloso y vengativo, y carece de principios éticos. En casi todas las versiones modernas del personaje ha tenido directa o indirectamente a su servicio a la mayoría de los archivillanos de Superman. Físicamente ha sido completamente calvo en casi todas sus versiones, aunque originalmente se le representaba con cabello pelirrojo, lo cual aún ocurre de vez en cuando.

Joker contra Batman. El Joker ha evolucionado desde su creación aunque la imagen dominante es la de un psicópata esquizofrénico pero muy inteligente, que además tiene un retorcido y sádico sentido del humor.70 71 También existe otra representación, la cual resultó muy popular en la década de 1940, esta es de un ladrón-bromista excéntrico pero inofensivo. En Batman: la serie animada mezclan estos dos aspectos. Sus víctimas incluyen a hombres, mujeres, niños, e incluso sus compañeros y amigos, tampoco tienen límites, por ejemplo en la novela gráfica Joker, asesinó a más de 2.000 personas en un solo día. No le han sentenciado con la pena de muerte ya que es visto por la ley como un enfermo mental y en lugar de ser asesinado es enviado al Asilo Arkham. Batman ha tenido numerosas oportunidades de asesinar al Joker, pero no lo ha hecho debido a una moral que posee.74 A pesar de haberlo intentado varias veces, el Joker no tiene la intención de asesinar a su archienemigo, según él, si lo hace no tendría nada que hacer en la vida. Además, en un enfrentamiento con Jason Todd, Batman admite que a menudo fantasea con matar al Joker, pero que no va a darse el placer porque sabe que no habría vuelta atrás, lo que resulta en una aparentemente interminable batalla entre estos personajes. El Joker es reconocido por muchos como el más grande enemigo de Batman.


Los villanos en el cómic, han dado y deben seguir dando mucho de sí. La entrada en google como “villanos del cómic”, ofrece el enlace a 200 entradas para acceder a las correspondientes páginas ordenadas alfabéticamente de malos malísimos de ese vasto mundo.


Otra muestra es el siguiente ‘Top 10’, bajo la entrada “Los villanos más temibles del mundo del cómic”:

10. Red Skull: “Dime con quién andas y te diré quién eres”. Un aliado de Hitler no puede ser bueno, menos en el mundo de los superhéroes y menos aún si es enemigo del Capitán América. Así como éste representa todos los valores del patriotismo americano de la II Guerra Mundial, Red Skull es su némesis, nacido bajo el alero del ejército nazi. Acá, un video con su historia.

9. Dark Phoenix: Ya hemos hablado de Jean Grey, de los X-Men, la preciosa mentalista novia de Cyclops que guardaba dentro una personalidad oculta: Dark Phoenix. Así, cuando cruzó la línea entre el bien y el mal, lo hizo con todo en la ya mítica “Saga de Fénix”. Es la segunda telépata más poderosa, tras el Profesor Charles Xavier. Imagínense ese poder, desatado. Además, dentro de las maldades realizadas, está romper una de las pocas partes sin adamántium del cuerpo de Wolverine: su corazón.

8. Ozymandias: Alerta de spoiler (aunque en realidad asumo que TODOS los lectores de este humilde sitio ya leyeron Watchmen, si no, tarea para la casa). Adrian Veidt es el hombre más inteligente del mundo, e inspirado en Ramsés II se hizo miembro de los Vigilantes (Watchmen). Pasó lo de Vietnam, conflictos, diferencias entre ellos, el retiro y paf, el Comediante es asesinado, y todo eso es la punta del iceberg de un plan que intenta proteger la tierra bajo el lema “el fin justifica los medios”. La obra clave de Alan Moore, merecía un villano sorprendente y que cuya maldad tuviera cierta justificación y que lograra generar empatía con los lectores. Ozymandias, una razón más que hace de Watchmen uno de los comics imprescindibles de la historia.

7. Ra’s Al Ghul: Batman tiene muchos villanos interesanes, pero este es de los más secos. Gracias a las Fuentes de Lázaro, logra recuperarse de las heridas e incluso ha conseguido volver de la muerte. Es el líder de la Liga de las Sombras, una organización que por años ha buscado destruir a lo peor de la humanidad, para generar, literalmente, un nuevo mundo. Ra’s tiene una mente privilegiada, y también una hermosa y despiadada hija: Talia Al Ghul. Ella es una de las principales armas contra el Hombre Murciélago, con quien de hecho ya tienen un hijo: Damian Wayne.

6. Galactus: Un ser cósmico que recorre el universo para saciar su hambre. Hasta aquí todo bien, salvo por un detalle: Galactus se alimenta de planetas. Cada cierto tiempo viene a mirar la Tierra como si fuera una pizza con doble queso, pero ahí nos defienden Los 4 Fantásticos y el mismo heraldo de Galactus, el Silver Surfer, se ha interpuesto entre su apetito y nuestro querido planeta.

5. Darkseid: Es el rey del planeta Apokolips, y en su búsqueda de la ecuación anti-vida, busca gobernar todo el universo, y eso sí que son palabras mayores. Creado por el gran Jack “The King” Kirby, sus poderes son casi los de un dios, y de sus ojos salen unos rayos denominados como el Efecto Omega, de los que en la saga Crisis Final, Batman fue víctima, mandándolo a viajar por el tiempo y haciéndonos creer que el Hombre Murciélago estaba muerto. Para enfrentarlo, siempre es necesaria la presencia de Superman y la mayor cantidad de refuerzos posibles.

4. Dr. Doom: Víctor Von Doom nació en Latveria, país que llegó a conquistar ya convertido en el Dr. Doom. Conoció a Reed Richards en la universidad, y desde ahí, la rivalidad y celos fueron protagonistas de su relación. La ciencia ha estado presente en su vida tanto como la magia, y ha logrado mezclar ambas fuentes de poder en una armadura que le da habilidades para enfrentarse con Los 4 Fantásticos y cada cierto tiempo, deja la escoba en el universo marveliano.

3. Joker: La locura desatada. Un simple y frustrado comediante que pierde toda dosis de cordura, para estallar en una de las peores mentes criminales de los comics de superhéroes. La antítesis perfecta de Batman, que también es sólo un humano, pero que ha desarrollado con los años todas sus capacidades al máximo, buscando la perfección y luchando por el “orden”. El Joker, sin embargo, lucha por el “caos”. Cómo no nombrar la magnífica representación de Heath Ledger en ese pedazo de película que es The Dark Knight Returns.

2. Lex Luthor: Llegó a ser Presidente de Estados Unidos, todo por el poder, que es lo que mueve a éste el enemigo por excelencia de Superman. Una mente brillante, genio de los negocios y de urdir todo tipo de plan para terminar con Superman, quien lo ha opacado desde que apareció. Presidente del Salón del Mal y líder de cuando grupo de supervillanos ha habido, tiene su título más que merecido. Lean (o vean, ya está en DVD) All Star Superman, verán su mejor plan para terminar con el azuloso.

1. Magneto: Erik Magnus Lehnsherr nació con la habilidad mutante de mover los metales y generar y manipular campos magnéticos. Pero no sólo eso. Nació con la capacidad de convocar a cientos de mutantes y convencerlos que son la evolución natural de la raza humana, seres primitivos que merecen… morir. Así, tiene bien merecido el primer lugar en esta lista, por querer eliminarnos a todos de la faz de la tierra y dejársela para ellos, todo por tener superpoderes. ¡Estos mutantes!


Respecto de las características del malo malísimo, cada cual tendremos nuestras preferencias, esta es la de un opinante, entresacada de los millones existentes:

1. Tiene que tener un buen motivo para su maldad

2. Inteligente y astuto, esto lo hace aún más peligroso y difícil de derrotar.

3. Sus movimientos deben ser meticulosos y letales, es decir que sea directo y agresivo en sus ataques.

4. Tiene que tener estilo, esto lo diferenciará del resto de villanos. Un buen diseño de personaje, sobre todo en cuanto a cuestión psicológica.

5. Ser guapo gana puntos dependiendo del contexto, por ejemplo, si existe una protagonista en cuestión, si la historia está dirigida hacia chicas o sólo porque su aspecto físico le facilite sus planes (como el caso de que necesite "socializar" para infiltrarse y manipular)

6. A pesar de toda su maldad, debe haber "algo" que te haga dudar si sus motivos, pese a ser malvados, realmente están mal. Es decir que no sea solo pura maldad y ya, sino que haya algo que te haga ver que pese a que sea un maldito no puedes culparlo u odiarlo -del todo-.


Acerca del ‘detective bueno y listo’, como un tipo de antagonista específico.

Este personaje es un contrapuesto al malo malísimo, tomando la figura del héroe en un género literario específico: la novela negra, policial, de misterio, etc.

Chevalier Auguste Dupin creado por E.A. Poe, es el primer detective reconocido literariamente. La destreza deductiva del Dupin se ve por primera vez cuando parece leer la mente del narrador, logrando esto al seguir el hilo de la conversación de los anteriores quince minutos.7 El método de Dupin es identificarse con el criminal y adentrarse en su mente. Sabiendo cómo piensa un criminal, él puede resolver cualquier crimen.8 Con este sistema, combina la lógica científica con la imaginación artística.6 Como un verdadero observador, presta especial atención en aquello que nadie nota, como la indecisión, impaciencia o una casual o involuntaria palabra.4 Dupin es retratado como una deshumanizada máquina de pensar, un hombre cuyo único interés es la lógica pura. El personaje también enfatiza la importancia de leer y escribir: muchas de las pistas provienen de leer los periódicos o de reportes escritos por el Prefecto. Este mecanismo llama la atención del lector, quien sigue adelante buscando las pistas por cuenta propia. Dupin no es realmente un detective profesional y sus motivaciones cambian en sus distintas apariciones. En “Los crímenes de la calle Morgue” investiga los asesinatos sólo para entretenerse y probar la inocencia de un hombre falsamente acusado. Él rechaza una recompensa final en esta historia. Sin embargo, en “La carta robada”, realiza la investigación para deliberadamente obtener una recompensa financiera.

La influencia de Dupin es generalmente reconocida en los modelos posteriores: Sherlock Holmes y Hércules Poirot.

Sherlock Holmes, de A.C.Doyle. En la primera historia, ‘Estudio en escarlata’, se brinda un cierto trasfondo de Holmes. A principios de 1881, se presenta como un estudiante independiente de química con una variedad de intereses muy curiosa, casi toda la cual le sirve en la resolución de crímenes. En una de las primeras historias, La corbeta Gloria Scott, el padre de un amigo del colegio lo felicita por sus habilidades deductivas y el propio Holmes explica que ello fue una de las razones por la que se convirtió en detective. Holmes siempre usó métodos científicos (o supuestamente científicos) y se centra en los métodos de la lógica y los poderes de observación y deducción. Es un personaje excéntrico y siempre sigue siendo objetivo. Él sólo nos revela las cosas poco a poco.

Hércules Poirot. El personaje de Agatha Christie se basó en otros dos detectives de ficción de la época: Hercule Popeau, de Marie Belloc Lowndes y Monsieur Poiret de Frank Howel Evans, un oficial de policía jubilado francés que vivía en Londres. Agatha Christie también construyó su personaje y le dio nacionalidad gracias a un grupo de refugiados belgas que se exiliaban de su país, producto de la Primera Guerra Mundial. En el capítulo "El misterioso caso de Styles", de la serie "Agatha Christie's Poirot" (donde el actor británico David Suchet interpreta a Poirot), se muestra al detective alojándose en pensiones, junto con otros compañeros de su misma nacionalidad, y que ostentan una apariencia similar a la suya. Una influencia más evidente sobre las primeras historias de Poirot es la de Arthur Conan Doyle. En una autobiografía, Christie admite que "yo todavía escribía en la tradición de Sherlock Holmes - el detective excéntrico, el títere ayudante, con un detective de Scotland Yard tipo Lestrade, el inspector Japp". Por su parte Doyle reconoció la base de Sherlock Holmes sobre el modelo del detective ficticio francés Auguste Dupin, de Edgar Allan Poe, quién en su empleo "de razonamiento" prefigura la confianza de Poirot sobre sus "pequeñas células grises".

Comisario Maigret de George Simenon. A diferencia de muchos autores de hoy, quienes intentan construir una intriga lo más compleja posible -como en un juego de ajedrez- Simenon propone una intriga simple, con un argumento y personajes definidos, y un héroe dotado de humanidad, obligado a ir al borde de sí mismo, de su lógica. El mensaje de Simenon es complejo y ambiguo: ni culpables ni inocentes absolutos, sólo culpabilidades que se engendran y se destruyen en cadena. Las novelas del escritor sumergen al lector en un mundo rico de formas, colores, olores, ruidos, sabores y sensaciones táctiles; al que se entra desde la primera frase...

Sam Spade es un detective de ficción creado por el escritor estadounidense Dashiell Hammett. Detective inflexible, irónico y duro, fue llevado a la pantalla en las distintas adaptaciones de la novela El halcón maltés, de las cuales la más famosa es la realizada en 1941 por John Huston, con Humphrey Bogart en el papel de Spade. Las obras de Hammett fundaron un nuevo subgénero literario, la novela negra, sublimando el popular hard boiled. Su ejemplo trascendió e importantes escritores reconocieron su influjo, como Ernest Hemingway, Raymond Chandler o el francófono Georges Simenon. Aparte de crear la mayoría de las iconografías, personajes y esquemas argumentales del género, utiliza un estilo lacónico e impresionista que selecciona pocos pero significativos detalles para que el lector vaya construyendo su propia imagen de personajes y ambientes. Otra señal distintiva es su realismo: conoce profundamente la materia de la que escribe, y la corrupción que late en el interior de la sociedad norteamericana en un ambiente noqueado por el crack del 29 y la Gran Depresión en que publicó sus principales obras, lo que inspira el profundo pesimismo que invade en general a sus figuras, y, aunque hoy puedan parecer tópicas algunas de las situaciones que expone, en su tiempo eran novedad y es la repetición machacona de sus discípulos la que ha hecho posible tal confusión. Por otra parte, al contrario que otros novelistas policíacos, especialmente los de escuela inglesa, no le interesan las argucias del crimen, sino lo humano y lo social que se ven comprometidos por este fenómeno.

Philip Marlowe es un detective privado ficticio, creado por Raymond Chandler en sus novelas, incluyendo El sueño eterno y El largo adiós. Marlowe apareció inicialmente en una historia corta, llamada Finger Man (El confidente), publicada en 1934. En esta aparición, sin embargo, Chandler no había desarrollado aún las características que se convertirían en su marca personal, y es difícil distinguirlo de otros personajes de Chandler, como John Dalmas o Carmady. Posteriormente, como se ve en sus siguientes novelas, Marlowe vive en Los Ángeles, mientras que en Finger Man habitaba en la ficticia ciudad de San Angelo. Marlowe es un personaje típico de la novela estadounidense de detectives, iniciada por Dashiell Hammett y la revista Black Mask en la década de los 1920, donde los detectives privados eran observadores pesimistas y cínicos de una sociedad corrupta, aunque tanto Marlowe como otro duro detective, el Sam Spade de Hammett, persisten en su deslustrado idealismo. Bajo la piel del duro y bebedor detective privado, Marlowe es un individuo contemplativo y filosófico. Marlowe adora el ajedrez y la poesía. A pesar de no tener miedo al dolor físico, no usa la violencia para ajustar cuentas. Su moral le permite resistir el hipnotismo de las femme fatales, como Carmen Sternwood en El sueño eterno. Chandler se refería así a su ideal de detective en general: “Creo que podría seducir a una duquesa, pero estoy bastante seguro de que no mancharía a una virgen”.


Creado por Manuel Vázquez Montalbán, José Carvalho Larios, más conocido como Pepe Carvalho, es hijo de inmigrantes gallegos, que pasando por Cuba y Madrid han terminado viviendo en Barcelona. Cuando estudiaba militó como comunista y pasó unos meses en la cárcel. Fue lector de español en una universidad del Medio Oeste de Estados Unidos, trabajó como traductor para el Departamento de Estado. Su mujer, Muriel, le abandonó con su hija de 9 meses, entonces ingresó en la CIA donde trabajó más de 9 años. Cuando estaba a punto de conseguir un puesto importante en un país sudamericano decidió abandonar. Ahora trabaja como detective privado (huelebraguetas) en un despacho de 30 metros en las Ramblas. Investiga todo tipo de delitos, desde infidelidades conyugales a asesinatos o desapariciones. Alto, moreno, viste ropas de sastre o trajes de rebajas que lleva de un modo desaliñado. Vive en Vallvidrera (Barcelona), en una pequeña villa alquilada. Tiene la extraña y conocida afición de quemar sus libros queridos en la chimenea. Dice en "Asesinato en el comité central" que su etapa de comprador de libros terminó a principios de los 70 cuando se sorprendió a sí mismo esclavo de una cultura que le había separado de la vida. Mantiene durante 20 años una relación intermitente y no exclusiva con Charo, prostituta, que acabará retirándose del oficio y abandonándole para trabajar como recepcionista en un hotel de Andorra. Otros personajes habituales en sus novelas son:

- Biscuter, su ayudante y cocinero, con el que compartió unos meses de cárcel.

- Bromuro, limpiabotas y autor de una importante teoría de la conspiración sobre el atontamiento de la población merced al vertido de bromuro en las aguas públicas.

- Su vecino Fuster, embajador de Villores y compañero de comidas a horas intempestivas.

Escéptico, piensa que todo el mundo tiene la ideología que necesita para justificar su propia vida. Se declara políticamente neutral. No cree en el sistema pero lo sirve ayudando a eliminar de él a los que delinquen. Desecha la lógica y el análisis sobre el mundo actual, limita sus emociones a la piel. En Carvalho encontramos la máxima expresión del detective gourmet, le acompañamos al mercado de la Boquería o a pequeñas tiendas para elegir los mejores ingredientes y le vemos cocinar desde simples canapés de salmón hasta magníficos arroces o fideos a la cazuela. Todo ello acompañado por los vinos más adecuados para cada plato y situación. También disfruta de los restaurantes, desde los más populares, a los más exquisitos. Recorre la geografía española y mundial descubriéndonos también las gastronomías de otros países. La gente que no sabe comer le produce una inmensa tristeza. Con Carvalho recorremos Barcelona y sus alrededores. Unas Ramblas donde todavía pían los periquitos, los barrios altos, el Borne... No le gusta la Barcelona post-olímpica: "Es como si sobre ella hubieran pasado aviones fumigadores que han matado todas las bacterias que le permitían sobrevivir". En sus numerosas novelas también viajamos a Madrid, Amsterdam, Las Vegas, Buenos Aires...


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